
Dave Grohl, Krist Novoselic y Pat Smear, exmiembros de Nirvana, se reunieron para un concierto benéfico por los incendios de Los Ángeles.
En una noche que quedará grabada en la memoria de los asistentes, Nirvana regresó a los escenarios de manera sorpresiva durante el concierto benéfico FireAid, celebrado en el Kia Forum de Los Ángeles. Aunque no formaban parte del cartel oficial, los miembros sobrevivientes de la banda, Dave Grohl, Krist Novoselic y Pat Smear, subieron al escenario hacia el final del evento para interpretar algunos de los temas más emblemáticos de su repertorio. Lo hicieron acompañados por una alineación de destacadas artistas invitadas, en una presentación que combinó nostalgia, homenaje y una clara intención de mantener vivo el espíritu de la banda.
La actuación incluyó colaboraciones especiales: St. Vincent en Breed, Kim Gordon en School, Joan Jett en Territorial Pissings y Violet Grohl, hija de Dave Grohl, en All Apologies. Este último momento, en particular, resonó profundamente entre el público, ya que Violet, de apenas 18 años, encarnó la continuidad del legado de Nirvana en las nuevas generaciones.
Este regreso sorpresa no fue un hecho aislado, sino parte de una filosofía que los miembros de Nirvana han mantenido desde su primera reunión pública en 2014, cuando fueron ingresados al Salón de la Fama del Rock and Roll. En aquella ocasión, decidieron que las voces de las canciones de Nirvana serían interpretadas exclusivamente por mujeres, una decisión que se ha mantenido en cada una de sus apariciones posteriores. “Pensamos: tiene que ser todo mujeres. Si podemos llenar la actuación del Salón de la Fama con estas increíbles mujeres cantando canciones de Nirvana, habremos hecho nuestra propia revolución”, explicó Grohl en su momento.
La presentación en FireAid no solo fue un regalo inesperado para los fanáticos, sino también una muestra del impacto duradero de Nirvana en la música y la cultura. Al invitar a artistas de distintas generaciones y estilos, los miembros sobrevivientes han logrado mantener vivo el espíritu de la banda, adaptándolo a nuevos contextos sin caer en el mero revival nostálgico.




Reunirse para interpretar las canciones de Nirvana no ha sido un proceso sencillo para los miembros de la banda. En entrevistas anteriores, Dave Grohl ha descrito los ensayos iniciales como una experiencia cargada de emociones, comparándola con “ver un fantasma”. Sin embargo, con el tiempo, han logrado encontrar un equilibrio que les permite disfrutar del momento mientras rinden homenaje a su historia musical. “La primera vez que tocamos juntos fue como esa escena de la rueda de cerámica en la película Ghost”, comentó Grohl, en referencia a la icónica escena protagonizada por Demi Moore y Patrick Swayze.
Desde la muerte de Kurt Cobain en 1994, los miembros sobrevivientes de Nirvana han sido extremadamente selectivos respecto a las circunstancias en las que se reúnen para tocar juntos. Una de las primeras ocasiones fue en 2012, cuando colaboraron con Paul McCartney en Cut Me Some Slack. Posteriormente, en 2014, además de su ingreso al Salón de la Fama, ofrecieron un set más íntimo en el club St. Vitus de Brooklyn. La última vez que tocaron juntos fue en 2018, durante el festival Cal Jam en San Bernardino, California.
La presentación en FireAid no solo fue un momento especial para los fanáticos de Nirvana, sino también una demostración de cómo la música de la banda sigue resonando en nuevas generaciones. La participación de Violet Grohl en All Apologies simbolizó la continuidad de un legado que, lejos de quedarse atrapado en el pasado, se reinventa y se adapta a los tiempos actuales.
Dave Grohl’s daughter Violet sings lead, as Kim Gordon plays bass with the surviving members of Nirvana to perform “All Apologies” at the FireAid benefit concert in Los Angeles pic.twitter.com/PdQOhFAAcg
— B-Sides (@BSidesTV) January 31, 2025