Nilda Gómez, madre de una de las 194 víctimas de la tragedia, compartió su fuerte opinión sobre la ficción que repasa los hechos.
La reciente serie Cromañón, que aborda una de las tragedias más dolorosas en la historia reciente de Argentina, ha generado una serie de reacciones encontradas, especialmente entre los familiares de las 194 víctimas que perdieron la vida en el incendio ocurrido en el club República Cromañón, en diciembre de 2004. La serie, que busca relatar los hechos ocurridos aquella fatídica noche, ha sido criticada por algunos sobrevivientes y familiares, quienes consideran que su tratamiento ficcionaliza aspectos que distorsionan la gravedad de la tragedia.
Nilda Gómez, madre de una de las víctimas, se mostró profundamente decepcionada con la serie y compartió su punto de vista sobre lo que considera una representación errónea. “No la vi, y creo que no la voy a ver. Muchos padres sí la vieron y están muy enojados, muy mal, muy tristes. Estas personas nos dicen que la mirada que tiene la serie es tan ficcionada que da la impresión de que Cromañón fue solo eso; hay muchas cosas que no corresponden con lo que realmente pasó”, expresó con pesar en la entrevista con Canal C Argentina.
Gómez se mostró especialmente molesta por la forma en que la serie aborda temas como el consumo de drogas, el alcohol y las escenas de sexo, que, según ella, restan importancia a la verdadera tragedia ocurrida aquella noche. “El descontento de muchos padres es que las escenas de sexo, las que tienen que ver con la droga y el alcohol, lo que hacen es quitar tiempo a situaciones que deberían haber sido más reflejadas en la pantalla”, explicó. En su opinión, el enfoque debería haber estado centrado más en las condiciones del lugar, la negligencia y las responsabilidades que se dilucidaron en los tribunales.
“Lo que uno hubiera esperado es que la serie fuera lo más estrictamente posible en reflejar la verdadera situación”, añadió Gómez. Para la madre, lo que se muestra en la serie es una interpretación sesgada que, en su intento de dramatizar la historia, termina distorsionando los hechos más relevantes. “No creo que haya posibilidades de comenzar algún tipo de acciones legales contra la productora o contra directores. Cuando ellos te avisan que es una serie que es ficción ya no hay posibilidades de nada”, enfatizó.
“Cromañón”:
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Si bien la serie fue promovida como un producto de entretenimiento, con el fin de sensibilizar sobre una de las tragedias más grandes del país, Gómez no ocultó su desconfianza sobre las intenciones de la producción. “Hay que entender que las plataformas lo que buscan es el dinero. Ponen el dinero por encima del valor de la vida”, comentó, haciendo referencia al enfoque comercial que, en su opinión, reduce la tragedia a un producto sensacionalista.
Gómez también se refirió a los agradecimientos en los créditos de la serie, que incluyen a Celeste Loyola, una sobreviviente del incendio, y a José Iglesias, padre y abogado querellante en el juicio. Según la madre, el hecho de que se agradezca a estos personajes en la serie no justifica su contenido ni la forma en que se retratan los hechos. “No creo que Iglesias haya permitido que en esa serie filtraran cosas que no condicen con la realidad”, señaló.
A pesar de su crítica hacia la serie, Nilda Gómez fue enfática al recordar quiénes fueron los verdaderos responsables de la tragedia. En sus palabras, no hay duda de que los culpables fueron aquellos condenados judicialmente, cuya responsabilidad en los hechos es incuestionable. “Los responsables fueron todos los que salieron condenados. Tienen un cartel grande en la frente con tinta indeleble que dice ‘Culpables’. Omar Chabán, Callejeros, Diego Argañaraz, la Policía Federal, Raúl Villarreal, Rafael Levy; son todos culpables”, afirmó sin titubeos.
Años después de la tragedia, y con las secuelas del dolor aún vivas en las familias, Gómez continúa luchando por la memoria de las víctimas y por el reconocimiento de las responsabilidades que desencadenaron la masacre. Para ella, es fundamental no desvirtuar los hechos que marcaron a todo un país.