
Este viernes falleció a los 75 años Roberto Giordano, reconocido estilista y empresario argentino, tras no superar una intervención quirúrgica por complicaciones cardíacas. El peluquero se encontraba internado en el Sanatorio Mater Dei, según confirmaron fuentes cercanas. Sus restos serán cremados este sábado en el Cementerio de La Chacarita.
Giordano alcanzó la fama en las décadas de 1980 y 1990 gracias a sus exclusivos desfiles, que se convirtieron en eventos icónicos al combinar moda, música y celebridades. Su frase “¡No me peguen, soy Giordano!” quedó en la memoria colectiva, junto con su personalidad extravagante y su impronta en el mundo de la belleza.
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Sin embargo, su carrera también estuvo marcada por dificultades financieras y problemas legales. En 2010, la Justicia Comercial decretó su quiebra tras el rechazo de un acuerdo preventivo por parte de sus acreedores, incluidos el Fisco Nacional y sindicatos del sector. Con el tiempo, enfrentó denuncias por evasión previsional y fraude fiscal, aunque fue sobreseído en algunos casos y condenado en otros.
A pesar de su declive económico, Roberto Giordano dejó una huella imborrable en el mundo de la moda y la peluquería, tanto en Argentina como en el exterior. Su legado, entre el lujo de sus desfiles y las controversias de su vida personal y profesional, forma parte de la historia reciente del espectáculo argentino.


