Morena Rial atraviesa su segundo mes en el penal de Magdalena, un tiempo que ha estado marcado por tensiones y restricciones, a pesar de que su prisión domiciliaria parecía cercana. Recientemente logró acceder a un celular autorizado, lo que le permite mantenerse en contacto con el exterior, aunque con tiempos limitados y bajo estrictos controles, según explicó Guido Zaffora en DDM junto a su abogado, Martín Leiro.
El problema surgió rápidamente: Morena habría enviado un simple mensaje inicial, “qué onda”, y al recibir respuesta su malestar se hizo evidente. La notificación fue inmediata: le informaron que a las 17 horas le retirarían el celular, dejándola solo con ratitos de comunicación durante el día. La maniobra hizo que sus permisos quedaran sujetos a normas mucho más estrictas.
Su abogado aclaró que, a diferencia de otras detenidas que pueden usar el teléfono 24 horas, Morena tiene ahora acceso restringido y firmó un acta de compromiso que le prohíbe expresamente entrar a redes sociales o hablar con la prensa. Además, negó que la cantante haya abierto una nueva cuenta de Instagram, aclarando que los perfiles que captan seguidores están manejados por terceros.
La decisión de limitar el uso del celular responde a su alta exposición mediática y al riesgo de que filtre información o publique contenidos no autorizados. Este paso en falso evidencia que, incluso con permisos especiales, cualquier descuido puede complicar aún más la situación de la mediática detenida, manteniendo el foco de atención sobre cada movimiento que realiza dentro del penal.
