
El nombramiento de Alejandra Monteoliva como nueva ministra de Seguridad abrió un intenso debate en el Cafecito de los 3 Poderes, donde Mariano Bergero, Julián Cañas y Virginia Guevara analizaron el trasfondo político de su llegada. Monteoliva no formaba parte de la estructura oficial, pero venía actuando como asesora externa, con vínculos estrechos con Alejo Paredes y una reconocida trayectoria en seguridad.
Los periodistas marcaron un punto clave: Monteoliva combina altísima preparación técnica con un perfil público prácticamente inexistente, lo que contrasta de lleno con el estilo hiperexpuesto de Patricia Bullrich, a quien reemplaza. Según contaron, quienes la conocen aseguran que “le tiene terror a los micrófonos, a los periodistas y a las cámaras”, algo que genera dudas en un ministerio profundamente político.
En la mesa también subrayaron un dato llamativo: Bullrich y Monteoliva comparten al mismo asesor comunicacional, lo que sugiere continuidad en la línea estratégica del área. No sólo eso: el propio presidente reconoció que Bullrich influyó en la elección de su sucesora, reforzando la idea de una transición controlada.




