
Las condiciones meteorológicas mejoran en las altas cumbres de los montes Tian Shan, en Asia central, y con ello regresa la esperanza de encontrar con vida a Natalia Nagovitsyna, la alpinista rusa de 48 años que hace más de dos semanas se quebró una pierna mientras escalaba el Pico Victoria, a más de 7 mil metros de altura en Kirguistán. Este fin de semana, las autoridades suspendieron por tiempo indefinido el rescate e incluso ya daban por muerta a la montañista. Ahora, su hijo quiere que Rusia para reanudar el operativo. “Mi mamá está viva”, escribió en sus redes.
Mikhail Nagovitsyn, hijo de la alpinista, pide celeridad. En las últimas horas, aseguró que tiene dos certezas en medio de un horizonte complicado: que habrá dos días de buen tiempo en la Cordillera del Tian Shan, entre Kirguistán y China; y que por ello debe retomarse el operativo de “rescate imposible” que las autoridades kirguisas y otros alpinistas llevaban a cabo hasta el viernes a última hora. “Mi mamá está viva”, aseguró en sus redes.
Nagovitsyna se rompió una pierna el 12 de agosto, durante su ascenso al Pico Victoria (7.439 metros), una de las cumbres más peligrosas de Asia Central. Estaba a unos 7.000 metros de altitud cuando se importunó. Un alpinista italiano, Luca Sinigaglia, murió el 15 de agosto al intentar salvarla. Socorristas de esa misma nacionalidad fueron al lugar en helicóptero para tratar de recuperar su cuerpo, informó la cancillería italiana.
El operativo de rescate de Nagovitsyna, quien cumplió 48 años el 20 de agosto según medios rusos, tuvo varios intentos fallidos.
Un helicóptero de rescate se accidentó en las montañas, mientras que un grupo de alpinistas tuvo que interrumpir su ascenso por sufrir su líder un grave malestar, señalaron las autoridades. “Las condiciones meteorológicas se han deteriorado bruscamente hoy, por lo que se han suspendido todas las operaciones de rescate”, declaró el sábado el portavoz del Ministerio de Situaciones de Emergencia kirguís, Adil Chargynov, a la agencia de noticias rusa Ria Novosti.

Pero Mikhail Nagovitsyn exhortó este lunes a las autoridades rusas, en concreto al Ministerio de Asuntos Exteriores y a la Fiscalía General de Rusia, a destinar esfuerzos a retomar el operativo de rescate. Aseguró al portal ruso RT que recibió videos filmados por drones que dan fe de vida de su madre, aunque no de las últimas horas.
“El video que recibí de maga.fpv muestra claramente que, siete días después de perder contacto, ella agita la mano activamente, llena de energía. Estoy convencido de que mi madre sigue viva”, posteó en sus redes sociales. Según Nagovitsyn, se espera buen tiempo en los próximos dos días y que será imposible realizar una operación de rescate posteriormente.
Un video de la alpinista tendida sobre la nieve, mientras agitaba un brazo en señal de saludo, ya se había difundido antes de la suspensión de los trabajos de rescate.
El joven insiste en que se retome el rastrillaje con drones y que, en caso de dar con alguna prueba, se reanude el operativo en alta montaña. Mientras tanto, el jefe de la operación, Dmitri Grekov, declaró este lunes: “Todos los que tuvieron problemas allí yacen allí. Desde 1955, nadie ha sido rescatado”. Días antes, el mismo jefe aseguró a la agencia Tass que saben “dónde se encuetra Nagovitsyna, pero es imposible acceder a ella”.
Grekov precisó que el principal inconveniente, entre los tantos que hay, para mantenerse con vida en esa zona del Tian Shan es la falta de oxígeno. Además las temperaturas rondan actualmente los -30 °C por la noche en la cima, acompañadas de ráfagas de viento y tormentas de nieve. Según Chargynov, “todos los expertos coinciden en que lamentablemente ya no sigue con vida”.
Y aunque los esfuerzos de Mikhail Nagovitsyn por impulsar el rescate de su madre continúa con ahínco, las extremas condiciones la conducirían al mismo destino que su marido, también alpinista, que murió en 2021 mientras ascendía al monte Khan Tengri (7.010 metros), en Kazajistán, Asia Central. Se trata de una zona marcada por la triple frontera entre Kazajistán, Kirguistán y China, a apenas 19 km de donde Natalia Nagovitsyna aún espera ser salvada.
AGE
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