
La mezcla de bicarbonato de sodio con agua oxigenada es una de las alternativas caseras más recomendadas para limpiar, desinfectar y eliminar olores en el hogar. Es efectiva, de bajo costo y menos agresiva que muchos productos industriales.
Ante la preferencia por soluciones naturales y económicas, esta combinación (con agua oxigenada de 10 volúmenes) es un recurso ideal para remover manchas, combatir microorganismos y recuperar el blanco de las prendas.
Además, son dos elementos que suelen estar al alcance de la mano: uno en el botiquín y otro en la alacena. Al mezclarlos, potencian sus beneficios y permiten obtener una herramienta versátil para distintas aplicaciones.
Pero ¿qué hace que esta fórmula doméstica sea tan recomendada y para qué sirve realmente? Aquí te lo explicamos.
Bicarbonato y agua oxigenada, dos productos muy efectivos
Especialistas consultados por el periódico El Tiempo de Colombia destacan que estos productos reúnen tres acciones principales que explican su popularidad:
Bicarbonato y agua oxigenada. Al combinarlos potencian sus beneficios. Foto: iStock.1. Abrasión controlada
El bicarbonato de sodio actúa como un exfoliante suave. Sus partículas finas ayudan a levantar la suciedad adherida sin rayar superficies como cerámicas, acero inoxidable, plástico o porcelana. Por eso resulta ideal en la limpieza de azulejos, griferías o utensilios manchados.
2. Desinfección antimicrobiana
El agua oxigenada (peróxido de hidrógeno) posee propiedades que ayudan a eliminar bacterias, hongos y otros microorganismos. En superficies de cocina, especialmente aquellas donde se manipulan alimentos, esto contribuye a reducir la contaminación cruzada y los riesgos sanitarios.
3. Blanqueo y eliminación de olores
La acción oxidante del peróxido de hidrógeno aclara manchas orgánicas y elimina el aspecto percudido de prendas y textiles. Al mismo tiempo neutraliza olores persistentes en tablas de picar, recipientes, esponjas o ropa deportiva.
La mezcla de bicarbonato de sodio y agua oxigenada se consolidó como un recurso doméstico eficiente, apto para quienes buscan resultados visibles con productos simples.
Su acción combinada limpia, desinfecta y desodoriza sin afectar superficies ni tejidos, lo que explica por qué su recomendación crece en medios y comunidades dedicadas al cuidado del hogar.
Esta fórmula casera se aplica en las siguientes tareas cotidianas:
- Juntas y azulejos del baño o la cocina
Se recomienda aplicar la pasta, dejar actuar unos minutos y frotar con un cepillo viejo. Permite retirar moho y acumulaciones oscuras que se incrustan con la humedad.
- Ropa blanca y textiles percudidos
Al disolver dos cucharadas de mezcla en un balde con agua caliente y dejar las prendas en remojo por 30 minutos, ayuda a recuperar el tono original sin dañar las fibras.
- Superficies de preparación de alimentos
Cubrir, esperar cinco minutos y enjuagar. Elimina residuos de grasa y restos orgánicos que pueden generar mal olor o bacterias no visibles.
- Tablas de picar y recipientes de uso diario
Su efecto desodorante evita aromas que permanecen en los poros del material, especialmente tras cortar carnes, cebolla o pescado.
- Cepillos de dientes y objetos pequeños
Una solución más diluida permite sanitizar elementos que suelen acumular bacterias.
Cómo se preparar correctamente
La proporción sugerida por los especialistas es:
Recomiendan tres partes de bicarbonato y una de agua oxigenada de 10 volúmenes. Foto: iStock.- 1 parte de agua oxigenada de 10 volúmenes
Al mezclar estos ingredientes se obtiene una pasta espesa de fácil aplicación. Puede guardarse por pocos días en un envase hermético, aunque se recomienda preparar cantidades pequeñas para asegurar su efectividad.
Cuidados y recomendaciones
Más allá de aportar un resultado efectivo, es importante tomar ciertos recaudos:
- Hacer una prueba previa en materiales delicados
- Mantener fuera del alcance de niños
- Evitar el contacto con los ojos
- No mezclar con vinagre, cloro u otros químicos para prevenir reacciones no deseadas
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