
Wanda Nara se encuentra en México para conducir la segunda temporada de Love is Blind junto a Darío Barassi. Como adelanto, mostró su look total black: vestido ceñido al cuerpo, profundo escote, sin mangas y guantes largos hasta el codo. La empresaria comparte detalles de su rutina y del detrás de escena, mostrando un equilibrio entre trabajo y vida familiar.
Un enfoque profesional y familiar
A través de sus redes, Wanda dejó ver cómo mantiene su vida personal mientras cumple compromisos laborales. Agradecida por la oportunidad de Netflix, destacó que su familia se encarga de sus cinco hijos durante sus viajes de trabajo, asegurando que la atención a sus seres queridos sigue intacta mientras ella se concentra en la conducción del reality.

Detrás de cámara y momentos divertidos
Entre los preparativos, Wanda compartió la vuelta de su estilista Kennys Palacios y anécdotas del set, como su comentario espontáneo a la microfonista. Estas historias reflejan la dinámica relajada y divertida que la conductora imprime a cada jornada, generando cercanía con sus seguidores y un tono distendido en el rodaje.
Consolidación en la televisión internacional
Con este proyecto, Wanda Nara refuerza su presencia mediática en la región y apuesta a formatos de gran impacto. La grabación de Love is Blind la posiciona profesionalmente y muestra cómo combina desafíos laborales, vida familiar y cuidado de su imagen, dejando atrás escándalos y centrando la atención en su trabajo y estilo personal.

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