
Fuera de los corredores gastronómicos más populares, Córdoba esconde bares y restaurantes donde el sabor sorprende sin buscarlo. Desde una primera cita hasta un sábado al mediodía entre amigos, esta guía recorre seis lugares ideales según la ocasión.
Para una primera cita: Rincón Trujillano
Sobre avenida Colón, Rincón Trujillano ofrece un viaje directo al corazón del Perú. Galilea Mendoza lidera este pequeño restaurante que se recomienda de boca en boca. Antes del primer plato, la mesa se llena de cortesías: maíz crocante, chips de plátano y salsas caseras.
Entre los imperdibles están el Dúo Marino, el Lomo Saltado y el Arroz con Mariscos, todos cargados de sabor y hospitalidad. Un espacio cálido y auténtico, perfecto para una primera cita.

Para tomar un vino: Planta Baja
Ubicado en Duarte Quirós 865, Planta Baja es un wine bar íntimo y relajado. Su propuesta combina copas de vino por etiqueta, picadas simples y música suave en un ambiente de luces cálidas.
Además de su carta en constante rotación, organiza catas, eventos y noches de música en vivo. Ideal para conversar sin apuro y descubrir vinos cordobeses, nacionales e importados.

Para un lomito clásico: 348
Sobre la tradicional avenida Colón, 348 es casi una institución cordobesa. Su lomito completo, jugoso y envuelto en pan casero, es considerado uno de los mejores de la ciudad.
El lugar mantiene el espíritu de bodegón de barrio: atención rápida, porciones abundantes y esa atmósfera de que nada cambió, porque no hacía falta.

Para salir de lo clásico: Arre Taquería
Entre colores, música latina y tortillas hechas a mano, Arre Taquería trajo un pedacito de México a Córdoba. Su carta resalta por los tacos de birria, el al pastor con ananá y la cochinita pibil, además de tragos como margaritas y micheladas.
Un local vibrante, informal y sabroso, ideal para una noche diferente con amigos o pareja.

Para un sábado al mediodía: Mercado Norte
En el corazón del centro, el Mercado Norte sigue siendo el lugar más auténtico para almorzar. Entre pasillos llenos de aromas y voces, conviven bodegones, puestos y bares con cocina casera.
Empanadas, minutas, picadas y jugos naturales se mezclan en un ambiente popular y animado. Perfecto para disfrutar sin apuro y redescubrir el sabor de lo cotidiano.

Para comer al aire libre: Oti Focacceria
Frente al Parque de las Tejas, Oti Focacceria propone un almuerzo o merienda al sol con focaccias artesanales preparadas a la vista.
Su creador, Joaquín Méndez, combina técnica y frescura en recetas como la focaccia de crudo y queso, la capresse o la de jamón y pesto. También hay café de especialidad y bebidas naturales.

Aunque sea una vez en la vida: El Papagayo
En el corazón de General Paz, El Papagayo, del chef Javier Rodríguez, es sinónimo de alta cocina. Su menú degustación de varios pasos varía según la temporada y combina técnicas internacionales con ingredientes locales.
Con un costo aproximado de $95.000 por persona, es una experiencia gastronómica única por su elegancia, precisión y calidez. Un imperdible para quienes buscan vivir la gastronomía como arte.

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