
La política arancelaria implementada por Donald Trump está causando una crisis en la industria automotriz de Estados Unidos. El arancel del 25% a los vehículos importados desde Canadá y México está provocando despidos masivos y cierres de plantas, afectando a miles de trabajadores. General Motors, por ejemplo, cesó la producción en su planta de Ingersoll, Ontario, debido a la baja demanda y los efectos de las políticas comerciales de EE. UU., despidiendo a al menos 500 empleados permanentemente.
El sindicato Unifor responsabiliza directamente al gobierno de Trump por la pérdida de empleos y la disminución de inversiones en vehículos eléctricos, lo que agrava la crisis. Además, la Reserva Federal advirtió que los aranceles podrían llevar a un crecimiento más lento y mayor inflación, lo que aumenta el riesgo de estanflación. En 2.025, GM también paralizó su planta en Brasil debido a la baja demanda y ajustó su personal, con despidos y un programa de retiros voluntarios.

La difícil situación de General Motors en Argentina
Mientras tanto, General Motors atraviesa una situación difícil en Argentina, con interrupciones en su planta de Alvear debido a la escasez de componentes importados y la caída de exportaciones hacia Brasil. La industria automotriz enfrenta un panorama complicado, afectada por políticas proteccionistas que están empeorando la pérdida de empleos y debilitando su competitividad.