
En plena provincia de Buenos Aires, lejos del turismo masivo y del ruido urbano, existe un rincón que parece sacado del Caribe. Se trata de Los Pocitos, un pequeño balneario bonaerense conocido por sus aguas turquesas, su entorno natural casi virgen y un fenómeno único en la Argentina: la presencia de ostras silvestres que crecen libremente en la costa.
Ubicado a unos 900 kilómetros de la Capital Federal, este pueblo de apenas 70 habitantes se convirtió en una joya para quienes buscan vacaciones tranquilas, contacto con la naturaleza y propuestas diferentes. No hay grandes paradores ni balnearios comerciales: el atractivo está en el paisaje, el mar calmo y el silencio.
Uno de los eventos más destacados del lugar es la Fiesta Provincial de la Ostra, que cada verano convoca a visitantes interesados en la gastronomía regional, con degustaciones, música y actividades culturales. Los Pocitos es, además, el único pueblo ostrero del país, una rareza incluso a nivel internacional.
El destino también ofrece pesca, caminatas, avistaje de aves —como la gaviota cangrejera— y un clásico muelle de madera que se interna en el mar, ideal para contemplar el horizonte sin interrupciones.




