
A pesar de la lluvia, 120 mil personas llenaron más de diez cuadras en el centro de Córdoba bajo la consigna “Frente a la impunidad y la crueldad, la memoria nos une”. La marcha, encabezada por organismos de derechos humanos, incluyó a gremios, estudiantes, artistas y partidos políticos. La garúa inicial no impidió que la columna creciera, mientras orquestas barriales tocaban tangos y fotos de desaparecidos acompañaban cada paso.

Memoria y presente: “El Gobierno pisotea la Constitución”
En el escenario principal, los organismos leyeron un documento contundente: “Nunca antes desde la democracia enfrentamos niveles tan demenciales de impunidad”, señalaron, criticando las políticas económicas y el avasallamiento de derechos. Carteles vinculaban el pasado con el hoy: “Los dos demonios son Karina y Javier”, decía uno. Ana Guillón, de Familiares de Desaparecidos, destacó: “Esta marcha es una respuesta a un gobierno que desmantela la memoria”.

Pablo Grillo y la represión en el centro
El nombre del fotógrafo herido de muerte por la policía resonó en carteles y en el pecho de sus colegas, que levantaron cámaras en su homenaje. El documento oficial también repudió la violencia contra jubilados y la golpiza a Beatriz Blanco. “No olvidaremos la represión”, gritaron frente al Teatro del Libertador.
EPEC y la lucha contra la privatización
Hacia el final, trabajadores de Luz y Fuerza denunciaron el intento de convertir EPEC en sociedad anónima: “Es el quinto intento privatizador. La empresa es superavitaria y cumple un rol social”. Su voz llegó hasta el monumento de Agustín Tosco, símbolo de la resistencia sindical.
