
El gobernador Martín Llaryora encabezó un acto del Servicio Penitenciario de Córdoba donde anunció una batería de medidas clave para fortalecer el sistema carcelario y cuidar a quienes trabajan a diario en contextos de alta complejidad. Las decisiones apuntan a mejorar la seguridad, el control interno y las condiciones laborales del personal.

Uno de los ejes centrales fue el ingreso de nuevos agentes: 323 comenzarán a trabajar desde el 2 de enero y otros 252 se incorporarán a partir del 1 de marzo. Esta ampliación de la planta busca responder a la creciente demanda operativa y reforzar la presencia en establecimientos penitenciarios de toda la provincia.
Además, se anunció la creación de nuevas áreas estratégicas dentro del Servicio Penitenciario, como la Dirección General de Recursos Humanos —con foco en el acompañamiento laboral, familiar y psicológico— y la Dirección General de Salud, destinada a fortalecer la atención sanitaria tanto del personal como del sistema carcelario en general.

En materia de seguridad, Llaryora confirmó la puesta en marcha del primer Centro de Máxima Seguridad (CEMAX), con mayor tecnología y control para aislar a presos de alta peligrosidad y proteger al personal. A esto se suma el incremento de traslados a cárceles federales, un aumento del 100% en el adicional por tareas de riesgo, un bono semestral de 700 mil pesos para uniformes, y una fuerte ratificación de la política de tolerancia cero frente al narcotráfico y la violencia, junto con un reconocimiento explícito a los agentes y sus familias.



