Licuar cáscara de mandarina y bicarbonato: por qué recomiendan hacerlo y para qué sirve

Cada vez más personas exploran soluciones caseras para limpiar el hogar de forma más natural. Dentro de esa tendencia, una mezcla sencilla comenzó a ganar protagonismo: cáscara de mandarina licuada con bicarbonato de sodio.

Lo que antes terminaba en la basura hoy se aprovecha como la base de un limpiador práctico, capaz de desengrasar superficies, neutralizar olores y aportar un aroma cítrico fresco en los ambientes.

El furor en redes se explica por la acción complementaria de sus ingredientes: la piel de mandarina concentra aceites esenciales con propiedades aromáticas e higiénicas mientras que el bicarbonato actúa como abrasivo suave y ayuda a eliminar manchas y restos superficiales.

Con estos dos elementos básicos del hogar se obtiene una alternativa efectiva para la limpieza diaria, ideal para quienes buscan reducir el uso de químicos agresivos sin renunciar a buenos resultados.

Al licuar la cáscara de mandarina con bicarbonato de sodio se obtiene un producto casero cuya acción ayuda a desprender suciedad superficial, mejorar el aspecto de mesadas y utensilios, y disminuir los olores que suelen concentrarse en la cocina o la heladera.

La acción de la cáscara de naranja con el bicarbonato ayuda a desprender la suciedad artificial. Foto: Shutterstock.La acción de la cáscara de naranja con el bicarbonato ayuda a desprender la suciedad artificial. Foto: Shutterstock.

Al mismo tiempo, se trata de una alternativa práctica y segura, lo que explica por qué cada vez más personas la incorporan como complemento de los productos tradicionales.

Estos son los usos que se le puede dar a esta mezcla de cáscara de mandarina y bicarbonato en las rutinas de limpieza:

1. Neutralizar olores de manera natural

En heladeras, cajones, contenedores de plástico o rincones con poca ventilación, su aroma cítrico ayuda a reducir olores desagradables. Además, inhibe la proliferación de las moléculas que los generan, manteniendo los ambientes frescos por más tiempo.

2. Limpieza ligera de superficies del hogar

La pasta resultante puede aplicarse sobre mesadas, tablas de madera, piletas de cocina y utensilios que acumulan suciedad suave y restos pegados. El bicarbonato elimina partículas sin rayar, mientras la mandarina deja un acabado perfumado.

3. Pulido y brillo en objetos opacos

Usada con un paño, contribuye a mejorar el aspecto de recipientes, electrodomésticos y accesorios que pierden brillo por el uso cotidiano.

4. Cuidado de plantas de interior

Diluido sirve para quitar polvo de las hojas sin dañarlas, devolviéndoles elasticidad y brillo. También se utiliza para refrescar la tierra superficial cuando hay olores indeseados.

5. Prevención en zonas sensibles

Al mantener más higiénicos los espacios donde suele haber restos de comida —como el bajo mesada o los estantes de cocina— ayuda a evitar condiciones favorables para la presencia de plagas.

¿Por qué recomiendan usar esta combinación?

  • Es un método natural: ideal para quienes desean reducir limpiadores químicos, aerosoles perfumados o productos con solventes.
  • Son ingredientes siempre disponibles: la cáscara suele estar a mano tras consumir la fruta y el bicarbonato es un básico de la alacena.
  • Aporta aroma cítrico duradero: una de sus principales virtudes es el perfume que desprende, asociado al orden y la frescura del hogar.
Diluido sirve para quitar el polvo de las hojas y devolverles brillo. También para refrescar la tierra superficial . Foto: Shutterstock.Diluido sirve para quitar el polvo de las hojas y devolverles brillo. También para refrescar la tierra superficial . Foto: Shutterstock.
  • Permite reutilizar residuos orgánicos: la tendencia al consumo responsable impulsa a aprovechar lo que antes se descartaba.
  • Es fácil de aplicar y adaptable: puede usarse en pasta para manchas localizadas o en líquido para limpieza general.

Cómo preparar la mezcla

  • Lavar muy bien las cáscaras para retirar pesticidas o polvo
  • Cortarlas en trozos y colocarlas en la licuadora
  • Añadir dos cucharadas de bicarbonato y un chorrito de agua
  • Procesar hasta obtener la consistencia deseada (pasta si se utiliza para frotar o líquido si se quieren rociar superficies)
  • Aplicar en el momento o guardar en un frasco hermético durante 48 horas.

Además, se puede potenciar el preparado si se le agregan unas gotas de vinagre o limón para reforzar el efecto desengrasante (en ese caso es conveniente evitar mármol o superficies muy delicadas).

Precauciones y consejos

  • No reemplaza productos desinfectantes en tareas profundas
Para superficies en contacto con alimentos, se recomienda enjuagar después de aplicar.Para superficies en contacto con alimentos, se recomienda enjuagar después de aplicar.
  • En mármol, aluminio o madera barnizada conviene hacer una prueba previa para evitar daño o manchas
  • El aroma puede disminuir con el paso de los días: si se usa como desodorizante, es ideal renovarlo con frecuencia
  • No debe almacenarse largos períodos ya que la cáscara puede fermentar
  • Para superficies en contacto con alimentos, se recomienda enjuagar después de aplicar

fuente: CLARIN

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