
La oferta económica en góndolas puede tentarte, pero muchos alimentos de supermercado esconden ingredientes de baja calidad, riesgos por almacenamiento y controles regulatorios dispares en Argentina; leer la etiqueta y consultar al veterinario es clave.
Muchos productos económicos para perros y gatos contienen proteínas poco claras (subproductos no especificados), altos porcentajes de carbohidratos de relleno, colorantes y conservantes, y en los felinos puede faltar taurina si la fórmula no está bien balanceada; estas deficiencias nutricionales se traducen en problemas a mediano plazo como obesidad, trastornos digestivos y enfermedades cardíacas.

Las compras a granel o los paquetes abiertos aumentan el riesgo de contaminación por humedad, hongos o insectos, especialmente en comercios con baja rotación, y la trazabilidad no siempre está garantizada: algunas presentaciones se venden en supermercados pese a dudas sobre etiquetado y controles. Por eso conviene priorizar envases sellados, marcas con información técnica clara y comercios confiables.
Ante cachorros, gatitos, animales seniors o con patologías, seguí la dieta prescrita por el veterinario; si necesitás ajustar el presupuesto, reducí la ración o elegí una formulación de mayor calidad en menor cantidad y hacé la transición de forma gradual para evitar problemas digestivos.
