Las propiedades curativas del orégano: por qué no puede faltar en tu dieta

El orégano es mucho más que un condimento aromático: es una planta valorada desde tiempos remotos por sus efectos beneficiosos para la salud. Originario de regiones del Mediterráneo, este pequeño arbusto perenne se extendió por el mundo, y en la actualidad es habitual tanto en hogares como en la industria alimentaria y de salud natural.

Sus hojas contienen aceites esenciales, entre ellos el carvacrol y el timol, reconocidos por sus propiedades antimicrobianas, antioxidantes y antiinflamatorias. Estas cualidades fueron confirmadas por numerosos estudios científicos, que avalan su uso en infusiones, tinturas y preparados secos o frescos.

El orégano es utilizado tradicionalmente para aliviar molestias digestivas, fortalecer el sistema respiratorio y apoyar la respuesta inmunológica. Su consumo habitual en la cocina no solo aporta sabor, sino también un valor terapéutico para la dieta diaria.

Además de sus beneficios internos, el orégano se emplea en aplicaciones tópicas y en productos de cuidado personal, dada su capacidad para purificar la piel y actuar contra hongos y bacterias. Así, se posiciona como un ingrediente versátil indispensable para una alimentación saludable.

Orégano esencial: sus vitales propiedades curativas

El orégano se suma cada vez más al grupo de plantas medicinales que aportan beneficios concretos cuando se consumen de forma regular. Su riqueza en aceites esenciales, especialmente carvacrol y timol, lo convierte en una herramienta natural potente y accesible.

El orégano ayuda a aliviar gases, hinchazón y molestias estomacales.. Foto Shutterstock.El orégano ayuda a aliviar gases, hinchazón y molestias estomacales.. Foto Shutterstock.

Según el sitio Medline Plus, una de las aplicaciones más reconocidas del orégano está relacionada con la salud digestiva. Posee acción carminativa, ayudando a aliviar gases, hinchazón y molestias estomacales. Estimula la producción de jugos gástricos y biliares, facilitando la digestión de las grasas y previniendo la sensación de pesadez después de las comidas.

También se destaca por su efecto antimicrobiano. Diversos estudios han demostrado que sus componentes esenciales inhiben el crecimiento de bacterias patógenas comunes, como Escherichia coli y Salmonella, lo que justifica su uso en conservantes y como aditivo natural para mejorar la seguridad alimentaria.

El orégano tiene además propiedades antioxidantes. Los compuestos fenólicos que contiene neutralizan radicales libres, ayudando a proteger las células del estrés oxidativo y contribuyendo a la prevención de enfermedades crónicas asociadas al envejecimiento.

Té de orégano y limón: una infusión saludable. Té de orégano y limón: una infusión saludable.

En el ámbito del sistema respiratorio, el orégano es útil para aliviar congestión y síntomas de resfriados. Sus aceites esenciales, en infusión o inhalación, actúan como expectorantes y antisépticos, lo que favorece la limpieza de las vías aéreas.

Además, ofrece un efecto antiinflamatorio moderado. El carvacrol, uno de sus principales componentes, reduce procesos inflamatorios menores, lo que lo hace útil para molestias articulares o musculares leves, ya sea ingerido o aplicado en cremas y ungüentos.

En cuanto a su impacto en el sistema inmunológico, su uso regular refuerza las defensas. Actúa como estimulante natural del organismo, ayudando a prevenir infecciones recurrentes y a acelerar la recuperación frente a afecciones leves.

El orégano tiene una versatilidad notable. El orégano tiene una versatilidad notable.

El orégano también se utiliza de forma tópica en cuidado cutáneo. Los ungüentos o aceites que lo contienen pueden ayudar en la limpieza de heridas superficiales, acné leve o irritaciones, gracias a su capacidad antimicrobiana y reguladora del pH.

Su versatilidad es notable: puede consumirse en infusión, añadiéndose a agua caliente para obtener un remedio digestivo y respiratorio. También se lo puede usar fresco o seco en la cocina, incorporándolo en salsas, guisos, ensaladas y aliños. Para aplicaciones más concentradas, existen extractos estandarizados o cápsulas, útiles para dosis más controladas.

Como sucede en muchos casos, su uso debe ser moderado. En cantidades habituales en alimentos y bebidas, el orégano es seguro para la mayoría de las personas. Pero deben consumirlo con precaución las embarazadas, lactantes y los niños pequeños en forma de extracto concentrado, y evitar la aplicación tópica de aceites no diluidos en piel sensible.

fuente: CLARIN

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