
El especialista Juan Carlos Mansilla analizó la relación entre el consumo de drogas y los casos de violencia extrema. En declaraciones en el programa Secretos del Poder que se emita en Canal C todos los miércoles de 17 a 18hs, cuestionó la idea de que la marihuana sea inofensiva y advirtió sobre el impacto del consumo de alcohol.

La vinculación entre el consumo de sustancias ilegales en la provincia de Córdoba —evidenciada en los últimos días por hechos de extrema violencia— y la necesidad de comprender que no existen drogas inocuas fue abordada por el especialista.
Al referirse a casos como el de Brenda Torres, explicó que el fenómeno de la violencia asociada a las drogas está relacionado, en la mayoría de los casos, con la comercialización. “No es que, por el solo hecho de consumir drogas, alguien vaya a descuartizar a otra persona”, aclaró.
“La violencia por drogas está asociada, en menor medida, a los efectos del consumo o de la abstinencia en personas adictas, pero en mayor parte a la compraventa”, sostuvo en declaraciones al programa Secretos del Poder.

El especialista también vinculó esta problemática con el contexto social de determinados sectores de la población, especialmente en las grandes urbes: “Cuando los problemas de consumo impactan en poblaciones de alta vulnerabilidad social, los efectos de todo el componente son mucho más dramáticos”, advirtió.
Asimismo, señaló el impacto del consumo de alcohol, un factor que —dijo— no suele recibir la misma atención que las drogas ilegales: “Argentina es el país con mayor consumo de alcohol de Latinoamérica. Tendemos a enfocarnos en las drogas ilegales y en los casos extremos, pero si vamos a los hospitales y vemos la cantidad de internados por cirrosis o problemas derivados del consumo de psicofármacos, nos sorprenderíamos”.
Mansilla también cuestionó la “romantización” de la marihuana, a la que muchos consideran inofensiva: “La marihuana que hoy se consume tiene un efecto diez veces mayor que la de los años 70”. Además, advirtió que gran parte de la cocaína que circula “tiene apenas un 10% de pureza; el resto son sustancias de corte cuya composición muchas veces se desconoce”.
Finalmente, hizo un llamado a las familias: “Es importante que se animen a hablar y no minimicen el problema. Hay que entender que muchas veces el consumidor necesita que alguien pida ayuda por él”. En este sentido, destacó la importancia de los tratamientos con respuesta comunitaria.
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