
Dos de las principales automotrices del país, Ford y Toyota, anunciaron que durante mayo no aplicarán aumentos de precios o bien lo harán en niveles muy por debajo de la inflación del mes anterior y además absorbiendo los costos que supuso la salida del cepo cambiario.
Se trata de dos empresas que tienen varios de los modelos más vendidos del país (Toyota es la líder, con casi 35.000 unidades cero kilómetro patentadas en los cuatro primeros meses del año, mientras Ford se ubica en quinto lugar, con 16.000 unidades). Comunicaron esa decisión comercial luego de que el ministro de Economía, Luis Caputo, les lanzó el miércoles una fuerte advertencia, con un tono y un formato muy similar al que había usado dos semanas antes con los proveedores de los supermercados, cuando debutó la nueva banda de tipos de cambio que reemplazó al cepo cambiario.
Con el debut del nuevo esquema cambiario, que implicó una devaluación del peso de entre 8% y 9%, Caputo se mostró muy activo en las redes sociales para monitorear la marcha de los precios.
Dos semanas atrás, puso en su cuenta de X que cadenas de supermercados habían rechazado incrementos de entre 9% y 12% en productos de Unilever y Molinos.
Y este miércoles Caputo publicó que estaba dispuesto a utilizar “herramientas” para “defender al consumidor” de una eventual suba de precios por parte de la automotriz Stellantis. Fue luego de una posteo, en la misma red social, por parte del periodista Horacio Alonso, quien consignó que la automotriz que es dueña de las marcas Peugeot, Fiat y Citroën iba a incrementar 3,5% en promedio sus modelos a partir del 1° de mayo.
Caputo arrobó aquel posteo y escribió: “No creo que sea así. Si fuera cierto, sería un cambio en la relación de confianza construida con esta industria”. Y agregó: “Si se rompe esa confianza, que tanto costó construir, nosotros usaremos nuestras herramientas para defender a los consumidores”.

La respuesta de Stellantis no tardó el llegar: el director comercial de Stellantis, Pablo García Leyenda, dijo que todavía no habían confirmado los aumentos de precios.
“La lista de mayo aún no está definida”, respondió García Leyenda ante una consulta de Clarín. “La política de la empresa es siempre esperar al cierre de las ventas del mes y recién después ponernos a pensar en los precios del mes siguiente”, añadió. El propio Caputo se hizo eco de esa publicación de Clarín en su cuenta de X.
El ida y vuelta entre el ministro y las automotrices se prolongó hasta el anochecer de ese día. El presidente de Ford para Sudamérica, Martín Galdeano, emitió un comunicado donde informó que la automotriz del óvalo no iba a modificar sus precios.
“Nuestra decisión es mantener la lista vigente de abril mientras continuamos monitoreando la evolución de las variables clave que impactan sobre los costos de nuestro negocio”, dijo Galdeano. “Pensamos que no es momento de tomar decisiones apresuradas. Creemos que la salida del cepo junto con el proceso de baja de impuestos en curso, son pasos en la dirección correcta para normalización de la economía y la mejora de la competitividad”, agregó.
Apenas un par de minutos más tarde, Caputo posteó en X el comunicado, que tituló “Ford sin suba alguna para sus precios de mayo”.
Ya en la tarde del jueves, fue el turno de Toyota. La filial de la automotriz japonesa hizo llegar a su red de concesionarios una nueva lista de precios para este mes, con un incremento promedio de 1,4%. Esta vez no hubo posteos del ministro de Economía, pero la suba de Toyota se ubicó por debajo de la inflación de marzo (3,7%) y además sin acusar impacto del mayor costo en pesos por la devaluación.
Las automotrices complementan su oferta de fabricación local con modelos importados desde Brasil y países de extrazona.
Pero desde Economía ponen el acento en que las automotrices ya habían sido beneficiadas por anticipado con una sucesión de eliminaciones o rebajas de impuestos. Cuentan la supresión del del impuesto PAIS, a fines del año pasado, y la la eliminación de la primera escala de los impuestos internos y la rebaja en la segunda escala. Además, durante 2024 se simplificó un régimen para importar autopartes destinadas a la producción automotriz local.
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