
El economista Nadín Argañaraz dijo a Canal C que, del 33 por cierto actual, se debería volver al gasto público del 25 por ciento del PBI que existía en 2004.
El nivel del gasto público que sumen la Nación, las provincias y los municipios al que apunte el Gobierno va a marcar la intensidad de la reforma tributaria que se va a poner en marcha, estimó el economista Nadín Argañaraz, en declaraciones a Canal C.
El titular del Iaraf señaló al programa Córdoba al mundo que en 2023 el gasto era del 40 por ciento del PBI y el Gobierno lo bajó siete puntos con posibilidades de que este año se reduzca un punto más, en el orden de los 36 puntos.
El nivel del gasto público en 2024 era del 25 por ciento del PBI y ese es el objetivo trazado en el Pacto de Mayo. Según Argañaraz es complejo pero necesario que se llegue a ese punto.

El economista indicó que el Estado tiene hoy una recaudación del 31 por ciento del PBI, por lo que Argentina está en equilibrio fiscal sin considerar intereses de las Lecap.
Este año se va a volver a pisar el gasto porque sin impuesto país se perdió un punto de coparticipación. Según nuestras proyecciones la Nación va a terminar el año con una baja de un punto.
El economista consideró que el país “está en un momento muy oportuno hacia adelante para definir qué camino se debe seguir en materia tributaria”.
“Lo primero que se debería discutir en el Consejo de Mayo es cómo hacemos con el gasto público en la economía hacia adelante, porque lo que firmaron 18 gobernadores establece un objetivo de ir a 25 puntos del PBI. Faltan ocho puntos, que sólo se puede hacer bajando el gasto porque la economía crece”, indicó.
Remarcó que para una reforma tributaria en la Argentina, “primero hay que darle visibilidad a la carga tributaria”, porque las tasas municipales y provinciales tienen la característica de ingresos brutos plurifásicos o acumulativos.
Otros dos puntos es bajar alícuotas y “darle progresividad al sistema tributario argentino”. De toda la recaudación, el 63 por ciento se origina en impuestos que gravan el consumo.
La estructura tributaria es regresiva, hay que ir a un esquema progresivo.
Argañaraz consideró que hay que eliminar los derechos de exportación, el impuesto al cheque y sustituir ingresos brutos por un impuesto al consumo más neutral. Estimó que en Argentina hay 155 diferentes tipos de tributos, de los cuales el 63 por ciento son tributos que penalizan al consumo, lo que implica el costo de los productos.



