
Mauro Icardi atraviesa uno de sus momentos más turbulentos fuera de la cancha. Mientras se entrena para volver al Galatasaray tras ocho meses de recuperación, el delantero argentino enfrenta una nueva polémica: lo acusan de intentar conquistar a la China Suárez, en paralelo con otras conversaciones comprometedoras en redes sociales.
Todo comenzó cuando Natasha Rey, una vedette uruguaya, aseguró que Icardi le habría enviado mensajes privados por Instagram. La acusación se hizo pública en redes, donde incluso se filtraron capturas de pantalla con supuestos mensajes del jugador.
A los pocos días, fue la propia Wanda Nara quien sumó combustible al escándalo. Aunque no lo nombró directamente, usó su canal de WhatsApp para lanzar indirectas que no dejaron dudas. “Mejor bloqueame porque se te escapan likes”, publicó, seguida por frases como “Seguí de la cuenta trucha mirándome” y “Porque de la tuya se te fue un like hace unos minutos”. Para rematar, amenazó con publicar la captura.
Todo esto ocurre mientras Wanda disfruta de unas vacaciones en Mallorca junto a L-Gante, según mostró en sus stories. La historia suma capítulos, likes cruzados y mensajes sugerentes, mientras Icardi intenta limpiar su imagen desde Turquía.
En paralelo, el futbolista llenó su cuenta de Instagram con fotos familiares, entrenamientos y videos motivacionales, en lo que parece ser una estrategia para desviar la atención del escándalo.
