
Publicada el 29 mayo, 2025
Durante el evento, especialistas locales e internacionales debatieron sobre los desafíos y oportunidades que plantea esta tecnología para fortalecer la transparencia, la eficiencia y la calidad del trabajo legislativo.
La Legislatura de Mendoza fue sede del primer encuentro sobre Inteligencia Artificial aplicada al ámbito parlamentario, una iniciativa pionera en el interior del país que reunió a referentes nacionales e internacionales para reflexionar sobre el uso ético, eficiente y responsable de esta tecnología en los procesos legislativos.
La actividad tuvo lugar en el auditorio del edificio Margarita Malharro de Torres, donde se presentó la versión en español de las Directrices para el uso de la Inteligencia Artificial en los Parlamentos, una herramienta clave para avanzar hacia una integración responsable de la IA en el trabajo legislativo.
El evento fue impulsado por la Vicegobernación de la Provincia y la Cámara de Diputados, con el acompañamiento de la Westminster Foundation for Democracy (WFD), la Escuela de Gobierno de la Universidad Austral, el Centro Internacional de Estudios e Investigación Prospectiva Parlamentarios (CIDEIPP), la Fundación Hanns Seidel y Zeppelin University.
La vicegobernadora de Mendoza, Hebe Casado dio las palabras de bienvenida y destacó la importancia del encuentro como punto de partida para que los parlamentos acompañen el ritmo vertiginoso del avance tecnológico. Subrayó que, más que imponer regulaciones que podrían quedar obsoletas, el desafío es promover la educación y formación para un uso ético de la IA. Celebró la participación tanto presencial como virtual y agradeció el trabajo conjunto de las fundaciones, universidades y equipos legislativos que hicieron posible la jornada.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Diputados, Andrés Lombardi, resaltó el valor simbólico de que Mendoza sea la primera Legislatura del interior del país en abrir este espacio de reflexión. Recordó que durante la pandemia, la Legislatura fue pionera en implementar sesiones remotas y expediente electrónico, y planteó que la IA puede ser clave para mejorar la redacción normativa, agilizar el análisis comparado y brindar mayor transparencia. También advirtió sobre los riesgos de un uso desordenado y sin control, y llamó a avanzar con responsabilidad y conciencia ciudadana.
Entre los expositores, Franklin De Vrieze, representante de la WFD, compartió la experiencia internacional de esa organización en procesos de digitalización parlamentaria. Destacó que la inteligencia artificial puede mejorar la eficiencia, la transparencia y la calidad del trabajo legislativo, aunque implica desafíos que deben abordarse con seriedad.
Celina Cantú, de la Universidad Austral, explicó que el encuentro formará parte de un capítulo específico sobre IA y parlamentos, en colaboración con el CIDEIPP. Afirmó que las directrices buscan preparar a las instituciones representativas para una integración responsable de la IA, alineada con principios democráticos, ética y fortalecimiento de la confianza pública.
La jornada continuó con un segundo panel, integrado por Ornela Vanzillotta (Legislatura de CABA), Mario Luna (Senado de la Nación) y Martín Montes (CIDEIPP), quien ofició de moderador. Previamente, se compartió un video del profesor Jörn von Lucke, de la Universidad Zeppelin, con una mirada académica sobre el tema.
El tercer panel, titulado “Oportunidades concretas para la implementación de IA en la Legislatura”, contó con la participación de expertos internacionales como Fotios Fitsilis y Dimitris Koryzis, del Parlamento Helénico, y Luis Kimaid, CEO de Bússola Tech, quienes expusieron casos y estrategias vinculadas a la modernización legislativa.
Para las conclusiones y el cierre de esta presentación, se invitó a Lucas Faure, secretario legislativo de la Cámara de Senadores, y a Carolina Letri, secretaria legislativa de Diputados. Durante su intervención, Faure destacó la relevancia de generar estos espacios de intercambio, no solo por la calidad del contenido expuesto, sino también por la posibilidad de establecer redes de contacto que puedan derivar en futuras mesas de trabajo y en políticas concretas en cada una de las Legislaturas del país.
“Tenemos un desafío enorme. Ocupamos lugares de decisión en el Estado y enfrentamos lo que se denomina la brecha de adaptabilidad. Esta brecha evidencia cómo el sector público viene rezagado respecto del privado en materia de innovación y tecnología. Mientras que los ciudadanos están acostumbrados a resolver demandas con respuestas inmediatas —como pedir una pizza que llega en minutos o un producto del exterior que se entrega en dos días—, cuando interactúan con el Estado todavía deben hacer largas filas para pagar un impuesto o recibir servicios que no cumplen con sus expectativas”, señaló.
Por ello remarcó que actividades como esta son fundamentales para acortar distancias y fortalecer al sector público. Además, destacó que en Mendoza el sector económico que más crece es el de servicios basados en el conocimiento, con un crecimiento del 15% anual, lo que refuerza la urgencia de adaptar los procesos estatales a estas nuevas dinámicas.
Faure también valoró la voluntad innovadora que ha encontrado en los propios equipos legislativos. “Uno espera que la vanguardia provenga de los directivos, pero en este caso, son los empleados quienes impulsan propuestas de modernización y aceleración de procesos. Nuestra tarea es tomar la decisión política para acompañar esa iniciativa”, expresó.
Finalmente, celebró que la Legislatura haya alcanzado un hito importante en ese camino: “A fines del año pasado logramos aprobar la primera ley 100% digital. Hoy la Legislatura de Mendoza puede funcionar sin papel, con expedientes completamente digitalizados. Ese es el insumo principal para comenzar a aplicar inteligencia artificial. Ya estamos diseñando una estrategia para avanzar en esa dirección, y esperamos que los vínculos generados en este evento sean clave para ese proceso”.
Con esta iniciativa, Mendoza se posiciona como referente en la discusión sobre el rol de la inteligencia artificial en los parlamentos, abriendo camino a futuras jornadas de formación, análisis y cooperación.
¿Qué plantea el documento?
Las directrices presentadas surgen de un trabajo colaborativo entre más de 20 académicos y profesionales del ámbito legislativo. El documento propone un marco compuesto por 40 recomendaciones organizadas en seis ejes: principios éticos, inteligencia artificial general, privacidad, gobernanza, diseño del sistema y desarrollo de capacidades.
Cada directriz responde a tres preguntas fundamentales: por qué es relevante, qué experiencias conocidas existen y cómo puede implementarse. Además de describir conceptos clave de la IA y la IA generativa, el documento aborda los desafíos específicos de su aplicación en el entorno parlamentario y ofrece caminos posibles para su incorporación ética y efectiva.
Entre los usos potenciales se destacan los sistemas de apoyo a la toma de decisiones, el análisis automatizado de proyectos legislativos y el monitoreo del discurso político en redes sociales. Sin embargo, también se advierte que la implementación de estas tecnologías debe regirse por principios democráticos, éticos y de soberanía tecnológica.
La guía enfatiza la necesidad de proteger los datos personales, asegurar la trazabilidad de los procesos, preservar la legitimidad institucional y prevenir usos maliciosos como los deepfakes. Su objetivo no es desalentar el uso de la IA, sino promover su adopción bajo estándares claros, con colaboración entre parlamentos, académicos y expertos.
La publicación, que actualiza una primera versión lanzada en 2023, representa un avance significativo para los cuerpos legislativos que ya enfrentan los desafíos de las tecnologías emergentes.
En un escenario global atravesado por la transformación digital, el compromiso con una inteligencia artificial al servicio de la democracia es cada vez más urgente. Tal como plantea la Westminster Foundation for Democracy, la tecnología debe fortalecer a las instituciones representativas, no debilitarlas. Las Directrices para el uso de la Inteligencia Artificial en los Parlamentos apuntan justamente a ese objetivo: una IA que potencie el trabajo legislativo con más transparencia, participación y responsabilidad institucional.
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