
Inteligencia artificial (Foto: Freepik)
Durante una entrevista en el ciclo CONEXOS de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), la neurocientífica Florencia Labombarda analizó cómo la inteligencia artificial está modificando la mente humana y las relaciones sociales. Advirtió que el mayor riesgo es delegar el pensamiento crítico en los algoritmos y confiar en ellos como si fueran entidades de autoridad.
La especialista, doctora en neurociencias e investigadora del CONICET, explicó que “la tendencia humana es confiar en las entidades de autoridad y hemos convertido a la IA en una de ellas”. Sostuvo que este comportamiento genera un “sesgo de autoridad” peligroso, porque el cerebro comienza a desactivar sus mecanismos de análisis cuando acepta sin cuestionar lo que proviene de una fuente automatizada.
Labombarda destacó la importancia de entrenar la mente desde edades tempranas. “Es muy importante incentivar en los niños la metacognición: que entiendan para qué sirve la inteligencia artificial y cuál es el límite de su uso. El exceso se da cuando la IA empieza a pensar por nosotros. Si eso se perpetúa, el cerebro pierde entrenamiento”, remarcó.
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El encuentro, titulado “Pantallas y algoritmos: ¿el nuevo molde de la mente?”, se desarrolló en el Auditorio de la OEI y contó con la conducción de la periodista Julieta Schulkin. Allí, la neurocientífica abordó cómo los avances tecnológicos modifican los procesos cognitivos y las dinámicas de aprendizaje. Subrayó que la educación deberá incorporar herramientas para discernir entre pensamiento propio y respuesta automatizada.
La investigadora también analizó los efectos emocionales del uso intensivo de herramientas digitales. “Las aplicaciones de IA están diseñadas para complacer al usuario. Es clave que los chicos y adolescentes comprendan que detrás de esas respuestas no hay una persona que empatiza, sino un algoritmo”, señaló. Esta relación ilusoria, advirtió, puede generar dependencia afectiva y una percepción distorsionada de la realidad.
Además, insistió en la necesidad de recuperar los vínculos humanos y las interacciones presenciales frente al avance tecnológico. “Ya perdimos el primer partido con las redes, pero todavía estamos a tiempo de ganar el segundo con la IA”, sostuvo. Según Labombarda, fortalecer los lazos sociales es una forma de contrarrestar el aislamiento cognitivo que producen las pantallas.
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La experta, reconocida por la Legislatura porteña en el programa “Científicas que cuentan 2023”, advirtió que el entrenamiento cerebral requiere práctica constante. “Si dejamos que la inteligencia artificial piense por nosotros, nuestro cerebro pierde plasticidad y capacidad de razonamiento complejo”, explicó. Para ella, la educación del futuro debe enfocarse en enseñar a convivir con la tecnología sin renunciar a la autonomía mental.
Finalmente, Labombarda planteó un desafío ético y cultural: “Necesitamos ciudadanos críticos que sepan usar la IA sin subordinarse a ella”. A su juicio, el problema no es la herramienta sino el modo en que la sociedad la incorpora. Mientras los algoritmos aprenden de los humanos, los humanos —dijo— deben aprender a no perderse en ellos.
fuente: NA.
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fuente: inteligencia artificial puede reemplazar el pensamiento crítico si no se entrena desde la infancia”> GOOGLE NEWS