
El juicio por el asesinato de Catalina Gutiérrez, que debía comenzar esta semana, fue pospuesto debido a la internación de Néstor Soto en un centro psicoasistencial. El acusado presentó una descompensación emocional que llevó a los peritos a recomendar su internación. El tribunal, presidido por Horacio Augusto Carranza e integrado por las vocales María Susana Frascaroli y María Gabriela Rojas Moresi, ordenó su traslado para garantizar su estabilidad antes del inicio del debate. Mientras tanto, la defensa de Soto, liderada por la abogada Ángela Burgos, anunció que discutirá la calificación de femicidio, argumentando que el crimen no estuvo motivado por violencia de género.

¿Femicidio u homicidio simple? La estrategia de la defensa
Ángela Burgos, quien asumió la defensa de Soto en septiembre del año pasado, planteó una pregunta clave: “¿Y si Soto no es un femicida?”. En una entrevista, la letrada sostuvo que su cliente asume la responsabilidad por el crimen, pero bajo condiciones que deben ser evaluadas, incluyendo su salud mental. Burgos argumentó que el caso podría no encuadrar en la figura de femicidio, sino en un homicidio simple, lo que reduciría significativamente la pena. En lugar de prisión perpetua, Soto podría enfrentar una condena de hasta 25 años. La defensa buscará demostrar que no hubo alevosía ni violencia de género, centrándose en la salud mental del acusado y en las circunstancias que rodearon el crimen.

El rol de los jurados y la complejidad del caso
El tribunal está integrado por ocho jurados titulares, con cuatro suplentes, quienes deberán decidir si Soto cometió un femicidio o un homicidio simple. Esta distinción no solo afecta la calificación legal del crimen, sino también la descripción de los hechos. Los jurados analizarán la relación entre Soto y Catalina, buscando determinar si existió manipulación o asimetría en su vínculo. Además, los informes periciales sobre la salud mental de Soto serán clave en el juicio. Aunque los médicos descartaron la inimputabilidad, señalaron una evolución positiva en su estado emocional. Sin embargo, su internación ha generado controversia, con algunos cuestionando si su descompensación fue genuina o simulada.

Reacciones y expectativas de las partes
Marcelo Gutiérrez, padre de Catalina, expresó su frustración por la postergación del juicio: “Otra vez… parece que fuera un chiste. Uno, a esta altura, no sabe qué creer”. Por su parte, la abogada Burgos rechazó categóricamente las acusaciones de simulación, destacando que Soto solicitó tratamiento psicológico hace tiempo y que las condiciones carcelarias en Bouwer dificultan el acceso a atención adecuada. El tribunal, mientras tanto, ha tomado medidas para resguardar la independencia de los jurados, prohibiendo la entrega de copias del expediente a personas ajenas al caso y recomendando que los jurados se concentren exclusivamente en las pruebas presentadas durante el juicio.

¿Cuándo comenzará el juicio?
Aunque la Oficina de Gestión de Audiencias (OGA) había calendarizado cinco jornadas a partir del 6 de marzo, el inicio del juicio dependerá de la estabilidad emocional de Soto. El tribunal solo abrirá el debate cuando el acusado esté en condiciones de asistir. Mientras tanto, las partes preparan sus estrategias: el fiscal Marcelo Sicardi buscará demostrar la alevosía y la violencia de género, mientras que la defensa intentará reducir la calificación del crimen. Los padres de Catalina, Eleonora María Wollenweider y Jorge Marcelo Gutiérrez, participarán como querellantes, representados por los abogados Santiago Capdevila y Carlos Hairabedian.