
El exjuez de la Corte Suprema, Juan Carlos Maqueda, respaldó la condena a Cristina Kirchner y alertó sobre los peligros de la concentración de poder y el uso distorsionado de la libertad de expresión. (FT: PERFIL)
En el marco del congreso anual de FOPEA, el exministro de la Corte Suprema, Juan Carlos Maqueda, se refirió públicamente al fallo que dejó firme la condena a Cristina Fernández de Kirchner en la causa Vialidad. “Fue una decisión absolutamente lógica”, aseguró, y explicó los fundamentos legales que respaldaron la resolución del Máximo Tribunal.
Según detalló Maqueda, la Corte tuvo tres alternativas al momento de tratar el expediente: seguir la sugerencia del procurador y reenviarlo a la Cámara de Casación, evaluar si el recurso presentaba una cuestión constitucional o federal, o bien rechazarlo si no se cumplían esas condiciones. Optó por esta última, al constatar que el fallo del tribunal oral había sido ratificado por Casación y no había planteos de orden federal que justificaran su intervención.
Un fallo sin irregularidades, dentro del marco legal
“El fallo fue unánime, y la Corte respondió todos los agravios presentados en la queja. No había razones jurídicas para intervenir. Fue una de las tres vías posibles, y la más razonable en este contexto”, argumentó Maqueda, subrayando que la resolución se mantuvo dentro de los márgenes legales previstos por el sistema judicial.
Advertencia sobre el poder y la libertad de expresión
Más allá del análisis jurídico, el exintegrante del Máximo Tribunal lanzó una fuerte advertencia sobre el contexto institucional del país. “El poder sin límites nos lleva a las autocracias, y estas derivan en totalitarismos. La democracia es el freno al poder descontrolado, pero no estamos tomando conciencia de eso”, enfatizó.
También alertó sobre el uso distorsionado de la libertad de expresión, especialmente cuando se utiliza para atacar a quienes ejercen su derecho a informar. “Hoy se invoca la libertad para anular otras libertades. Es un derecho que se está usando para agredir a los periodistas”, afirmó Maqueda, en alusión a ciertos discursos públicos. Y concluyó con una frase tajante: “El dicho ‘no odiamos demasiado a los periodistas’ es un abuso de la libertad personal contra la libertad de los demás.”