
El doctor Jeremy London es uno de los cirujanos cardíacos más reconocidos de Estados Unidos. Con más de 25 años de trayectoria, ha sido pionero en realizar intervenciones mínimamente invasivas, como la cirugía a corazón latente.
Más allá del quirófano, London promueve la prevención como piedra angular de la salud cardiovascular. A través de su página web, newsletter, su pódcast y sus redes sociales divulga información práctica para cuidar el corazón y evitar los factores de riesgo más comunes.
Residente en Savannah, Georgia, junto a su familia y dedicado a la educación en salud integral, se ha convertido en un referente quienes buscan excelencia clínica y orientación confiable en cardiología y cirugía del corazón.
Según London, adoptar hábitos saludables puede marcar la diferencia a la hora de evitar el quirófano. En sus redes suele compartir consejos para llevar el mismo estilo de vida que practica, como evitar el tabaco, eliminar bebidas azucaradas y alcohol, y priorizar una alimentación balanceada basada en evidencia científica.

En una de sus intervenciones públicas afirmó que la salud intestinal influye mucho más de lo que suponemos en el bienestar general, porque cumple funciones clave en el sistema inmunológico y emocional.
“El 90% de la serotonina se produce en nuestro tracto gastrointestinal”, dijo London. Esta sustancia está relacionada con el estado de ánimo, la motivación y la sensación de calma, por lo que su producción adecuada es fundamental para asegurar el equilibrio emocional.
Por otra parte, el intestino está conectado con el cerebro a través de una red de comunicación conocida como el eje intestino-cerebro. De esta manera, lo que ocurre en el sistema digestivo tiene un impacto directo en el ánimo, el estrés y la salud mental.
“Existe una comunicación constante entre nuestro cerebro y nuestro estómago. Por eso, desequilibrios pueden causar cambios en el estado de ánimo, aumentar la respuesta al estrés, la ansiedad e incluso la depresión”, advirtió el cirujano.
London también ha dicho que “el 70% de la función inmune de nuestro cuerpo vive en nuestro intestino”. Esto significa que mantener un sistema digestivo sano ayuda a digerir mejor y también a protegernos de la acción de virus, bacterias y toxinas.

Si este equilibrio es alterado por una mala alimentación o el uso excesivo de antibióticos, por ejemplo, puede producirse una disbiosis, una situación que provoca deficiencias nutricionales, fatiga, inflamación y, en algunos casos, trastornos del estado de ánimo como ansiedad o depresión.
Entonces, para London, la clave está en cuidar la alimentación. “La base es una dieta equilibrada con alimentos integrales, fibra saludable y abundantes ácidos grasos esenciales”.
Sin embargo, reconoce que esto no siempre es algo fácil de lograr. Por eso, él toma a diario prebióticos y probióticos como complemento. Los probióticos son bacterias beneficiosas que ayudan a mantener sana la microbiota y están presentes en alimentos fermentados como el yogur, el kéfir o el chucrut.
Los prebióticos son fibras vegetales que alimentan a estas bacterias buenas, presentes en la banana, la cebolla, el puerro, la avena o el alcaucil.
Además, London recomienda realizar ejercicio aeróbico regular (caminar, nadar o andar en bicicleta), siguiendo las directrices de la Asociación Americana del Corazón, para fortalecer el músculo cardíaco y reducir el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares.
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