
Este viernes 22 de agosto, el Campus de la Universidad Católica de Santiago del Estero (UCSE) en Rafaela abrió sus puertas para recibir una nueva edición de las Jornadas de Investigación organizadas por el Círculo Universitario de Rafaela (CUR). La actividad se llevó adelante en el edificio del ala sur, un espacio recientemente inaugurado que permitió reunir en un mismo lugar a investigadores, estudiantes y público en general, en un clima de intercambio y diálogo.
La propuesta se estructuró en dos instancias centrales. Por un lado, se montaron stands de investigación donde cada institución miembro del CURP pudo exponer los trabajos que viene desarrollando. Allí, los propios investigadores dialogaron con los visitantes, explicaron sus líneas de trabajo y mostraron los avances obtenidos en distintas áreas del conocimiento. Paralelamente, se llevaron a cabo los llamados “cafés temáticos”, espacios de conversación y debate organizados en torno a tres grandes ejes: Educación y Cultura; Medioambiente; y Tecnología e Innovación.
El cierre de la jornada estuvo marcado por un conversatorio sobre inteligencia artificial aplicada a la investigación, donde se reflexionó sobre el impacto de estas herramientas en los procesos académicos y en la producción de conocimiento.
El presidente del CUR y director del ITEC, Ignacio López, valoró la jornada como una oportunidad para acercar el trabajo de los investigadores a la comunidad. “Lo que buscamos es mostrar qué se está investigando en nuestras universidades e institutos terciarios, cuáles son las temáticas y los ejes principales. El trabajo de un investigador es muy importante porque genera proyectos, tesis, emprendimientos e información útil, no solo para la comunidad universitaria de Rafaela, sino también para toda la sociedad”, explicó en diálogo con CASTELLANOS.
López destacó que la dinámica de la jornada permite al público acercarse de manera directa a quienes llevan adelante las investigaciones. “Cada institución tiene su stand, donde los propios investigadores conversan con los alumnos, docentes o vecinos que quieran conocer más. Es un espacio abierto, donde se comparten avances y experiencias de una manera sencilla y cercana”, agregó.
Además, los “cafés científicos” permitieron profundizar en temáticas específicas, con la posibilidad de que los asistentes intercambien opiniones con los especialistas. “Son tres espacios, uno por hora, donde se trabajan ejes muy presentes en la agenda actual: educación y cultura, medio ambiente, y tecnología e innovación. Y al final, la charla sobre inteligencia artificial, que es un tema que hoy atraviesa todas las áreas de conocimiento”, señaló López.
El evento, que ya va por su tercera edición, fue declarado de interés y contó con el acompañamiento del Concejo municipal, que entregó un reconocimiento a los organizadores. “Esperamos mucho público porque se ha generado un interés genuino en la comunidad. Esta es una actividad que pone en valor el trabajo de todos los investigadores y también el esfuerzo voluntario que hacemos desde el CURP para organizar este tipo de encuentros. Siempre trabajamos de manera colaborativa entre instituciones públicas y privadas, con un objetivo en común: fortalecer la educación universitaria y terciaria en Rafaela”, subrayó López.
¿Cómo se forma un investigador?
Más allá del evento puntual, López reflexionó sobre lo que implica la tarea de investigar en el ámbito local. “Formarse como investigador lleva tiempo y mucho esfuerzo. Todo comienza con proyectos y áreas de investigación dentro de las instituciones, que se desarrollan con los recursos disponibles. Muchas veces las temáticas surgen a partir de demandas concretas de la sociedad, porque investigamos sobre lo que tiene aplicación real y potencial de desarrollo a futuro”, detalló.
Para el presidente del CUR, el compromiso individual es clave: “El investigador es, ante todo, alguien con interés particular y voluntad de trabajo. Es una tarea ardua, que requiere horas de dedicación y que finalmente debe plasmarse en un proyecto, una tesis o un documento que aporte soluciones a la sociedad. La satisfacción llega cuando uno siente que su investigación ha sido útil y que deja un aporte concreto”.
Este año la sede fue la Universidad Católica de Santiago del Estero – Departamento Académico Rafaela (UCSE DAR), que se convirtió en anfitriona de la tercera edición del encuentro. El decano de la institución, Mario Karchesky, explicó: “Fue una excelente oportunidad para que los investigadores puedan contar y comunicar lo que hacen. Si la investigación queda dentro de las paredes de la universidad, pierde gran parte de su sentido. Lo más valioso es que llegue a la sociedad”.
En total, se presentaron entre 30 y 40 proyectos de investigación, con la participación de alrededor de 60 investigadores, entre docentes, profesionales y estudiantes avanzados que se incorporan como becarios.
“Lo interesante es que muchos de estos proyectos han terminado recientemente, otros están en curso, y eso enriquece la experiencia. Además, la presencia de estudiantes es clave, porque para ellos es muy valioso dar sus primeros pasos en la investigación y animarse a contar lo que han estado trabajando”, remarcó Karchesky.
Desafíos y apuesta al futuro
El decano de la UCSE también se refirió a los desafíos que enfrenta un investigador en la actualidad. “Siempre hay obstáculos, y cambian con el tiempo. Al principio, el desafío es aprender; después, adaptarse a las situaciones económicas, culturales y a los cambios tecnológicos que se dan permanentemente. Pero también hay muchas posibilidades. En nuestro caso, la mayoría de los investigadores son docentes, lo que permite que el proceso de investigación se vuelque a la práctica en el aula, cerrando un círculo muy valioso”, indicó.
Para Karchesky, encuentros como este cumplen un doble rol: validar los avances realizados y motivar a nuevas generaciones. “Socializar el conocimiento es fundamental. A los investigadores les sirve para confirmar que lo que están haciendo tiene sentido y aporta, y a los estudiantes les da la confianza de que están transitando un camino que vale la pena. Todo lo que se genera en estas jornadas es positivo”, concluyó.
La jornada dejó en claro que Rafaela cuenta con un entramado académico y científico activo, en el que universidades, institutos y centros de investigación trabajan en conjunto para generar conocimiento, responder a demandas sociales y promover la innovación.
De este modo, la edición 2025 no solo cumplió con el objetivo de mostrar lo que se está investigando en la ciudad, sino también con el de sembrar nuevas inquietudes y fortalecer el compromiso de todos los actores con la producción de conocimiento en beneficio de la sociedad.
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