INCAA: nuevos lineamientos para los subsidios del cine argentino

El decreto busca fomentar producciones de calidad, en el INCAA, que logren un mayor impacto comercial.

El Gobierno argentino ha publicado recientemente un decreto que redefine los lineamientos para la asignación de subsidios a la producción de cine nacional a través del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). La normativa, incluida en el Decreto 984/2024, busca “adecuar la normativa a la coyuntura actual” y mejorar la relación entre los recursos públicos destinados a la cinematografía y el éxito comercial y de audiencia de las producciones.

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La medida es parte de un conjunto de políticas públicas impulsadas por el presidente Javier Milei, junto con el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, que se centran en fomentar la calidad del cine nacional y asegurar su viabilidad en el contexto económico del país.

Uno de los puntos clave del decreto es la introducción de un sistema de subsidios más estrechamente vinculado al rendimiento comercial de las películas. En lo que respecta a las películas nacionales de largometraje exhibidas en salas cinematográficas, el subsidio se calculará sobre el “producido bruto de boletería” descontando los impuestos aplicados al espectáculo. De este modo, las películas sin “interés especial” recibirán un subsidio del 70% del producido bruto, mientras que aquellas que sean catalogadas como de “interés especial” recibirán un 100% de dicho producido, ambos con un límite correspondiente al costo de una película de presupuesto medio.

El decreto también detalla los criterios para determinar qué películas serán consideradas de interés especial. Se incluyen producciones que, además de tener una calidad artística destacada, ofrezcan valores morales, sociales, educativos o nacionales, o que estén destinadas a un público infantil. También se consideran aquellas con temáticas de interés general que alcancen un nivel artístico elevado en su resolución.

Una de las motivaciones detrás de la reforma es la necesidad de revisar el actual sistema de subsidios, que ha mostrado resultados dispares en cuanto a la asistencia del público. Según los datos más recientes, solo el 7,35% del público asistió a ver películas argentinas en 2023, una disminución significativa respecto al 17,84% de 2014. De las 236 películas estrenadas con subsidio, solo cuatro superaron los 100.000 espectadores y la mayoría no alcanzó cifras destacadas. Este panorama ha generado la necesidad de aplicar un modelo más eficiente, que no solo subsidie la producción sino que también fomente el éxito comercial de las películas.

Decreto-984-2024

El nuevo decreto también establece restricciones sobre el adelanto de subsidios, limitando el acceso a los fondos en función de la exhibición efectiva de las películas y las audiencias que logren alcanzar. Además, se señala que el INCAA deberá regular las normas que determinen cómo se otorgarán los subsidios para las nuevas formas de exhibición, como las plataformas de streaming, un ámbito que ha ganado protagonismo en los últimos años.

A su vez, el INCAA no podrá adelantar los subsidios y las productoras deberán acreditar la audiencia alcanzada para que se liquide el subsidio por otras formas de exhibición. Esto incluye plataformas digitales, donde la película debe alcanzar un mínimo de visualizaciones para acceder a los beneficios.

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Este decreto también se enmarca dentro de un contexto más amplio de reestructuración del INCAA, impulsada por el Decreto 662/24 de julio pasado. En ese marco, las productoras que soliciten subsidios deben cubrir al menos el 50% de los costos de sus proyectos con financiamiento propio, lo que reduce la dependencia del Estado en la financiación de las producciones.

Además, se ha establecido que los subsidios no podrán representar más del 50% del costo total de la producción de una película y ninguna producción podrá acceder a más del 5% de los recursos anuales asignados al INCAA.

El decreto 984/2024 refleja una visión más pragmática del Gobierno respecto al apoyo al cine nacional, vinculando los subsidios no solo a la producción, sino también a la rentabilidad y a la capacidad de las películas para atraer al público. Esta estrategia busca reorientar los fondos hacia producciones que realmente puedan competir en taquilla y lograr un impacto cultural, mientras que también establece un control más estricto sobre el uso de los recursos públicos.

PROCESO DE OPTIMIZACIÓN DE LOS RECURSOS EN EL INCAA

En el año 2023, y en el marco del mayor despilfarro fiscal de la historia argentina, este instituto subsidió 236 películas, de las cuales solo 4 superaron los 100.000 espectadores, 13 apenas superaron los 10.000, 100 no… pic.twitter.com/vRWP27SEtO

— INCAA (@INCAA_Argentina) November 5, 2024


fuente: CANALC

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