
Brenda Agüero, la enfermera acusada por la muerte de cinco bebés en el Hospital Neonatal Ramón Carrillo de Córdoba, podría enfrentar la pena máxima. Los fiscales Sergio Ruiz y Mercedes Ballestrini solicitaron prisión perpetua tras acusarla de “cinco homicidios calificados por aplicar método insidioso” y “ocho tentativas de homicidio bajo la misma figura”.
Según la causa, los fallecimientos habrían sido provocados mediante la inyección de potasio, lo que causó un cuadro letal en los recién nacidos.

Pruebas contundentes y fin de las audiencias
Luego de 41 audiencias, los fiscales aseguraron que existen pruebas fehacientes contra Agüero y descartaron otras hipótesis. “Hay mucha prueba, no sólo indicios. Fue descartado que se tratara de mala praxis, de errores médicos o de sepsis”, afirmó Ruiz Moreno.
También fueron desestimadas teorías sobre la responsabilidad de otros profesionales o experimentos médicos, reforzando la imputación directa contra la enfermera.

Penas para Cardozo y Asís
Además de la acusación contra Agüero, los fiscales pidieron penas para exfuncionarios de salud. Para el exministro Diego Cardozo, solicitaron tres años de prisión condicional e inhabilitación por encubrimiento doblemente calificado como funcionario público.
En el caso de la exdirectora del hospital, Liliana Asís, se pidió una pena de cuatro años de prisión efectiva y tres años de inhabilitación. Se la considera responsable por encubrimiento y omisión de los deberes de funcionaria pública.

Un juicio que conmociona a Córdoba
El caso sacudió a la opinión pública y abrió un debate sobre la responsabilidad del Estado en el control de instituciones de salud. Mientras avanza el juicio, familiares de las víctimas exigen justicia y transparencia en la causa más estremecedora de los últimos años en Córdoba.