
Desde Madrid, en medio de la elegancia y los flashes de los Premios Platino, Benjamín Vicuña enfrentó nuevamente la incómoda situación de ser el actor siempre vinculado a conflictos ajenos. Entre ellos, el escándalo interminable entre Wanda Nara y Mauro Icardi, con la China Suárez —su expareja y madre de dos de sus hijos— como tercera en discordia. Si bien el chileno fue nominado a mejor actor de reparto por su trabajo en Envidiosa, las preguntas que giraron a su alrededor tuvieron más que ver con su vida personal que con su carrera.
“Convengamos que no hay nada tan grande”, expresó con diplomacia ante la prensa. Y aunque no nombró directamente a los protagonistas del escándalo mediático, fue claro al referirse a la dimensión del conflicto: “Son situaciones que son graves, que se deben acomodar con el tiempo, otras que se viven en privado”. Una declaración que dejó entrever que, aunque mantenga el perfil bajo, no puede evitar que su nombre vuelva a estar en la órbita del drama.
Pero fue en su charla con Majo Martino donde Vicuña soltó la frase más contundente: “Son cuestiones que no son mis temas. Que lo único que tengo en común son mis hijos”.
