En un gesto de “buena voluntad”, el grupo terrorista Hamas presentó “señales de vida” de varios de los rehenes secuestrados durante el ataque del 7 de octubre de 2023, en un intento por avanzar en las negociaciones de cese el fuego que continúan en Doha, Qatar. Esta información surge mientras las incursiones israelíes en la Franja de Gaza siguen causando víctimas, con 28 muertos reportados en las últimas 24 horas.
Aunque el acuerdo de alto el fuego está casi cerrado, con un avance del 90% según fuentes palestinas, aún persisten desacuerdos en puntos clave que podrían poner en peligro la tregua. Uno de los mayores interrogantes sigue siendo el número exacto de rehenes vivos, ya que, según el Ejército israelí, al menos 34 de los 251 secuestrados fueron confirmados muertos, mientras que el resto sigue bajo cautiverio.
La prioridad de Israel en las negociaciones es la liberación de ciertos grupos de rehenes. En una primera fase, solicitó la inclusión de 11 hombres, junto con mujeres, niños, las cinco mujeres-soldado, y los prisioneros ancianos o enfermos. Hamas, por su parte, aceptó estas condiciones, pero exige a cambio la liberación de alrededor de 200 prisioneros palestinos que cumplen condenas de cadena perpetua.
Un tema de tensión en las conversaciones es la postura israelí respecto a la liberación de Marwan Barghouti, un líder prominente de las intifadas, cuya excarcelación fue rechazada por Tel Aviv. Además, las negociaciones también incluyeron un posible acuerdo sobre la creación de una zona de amortiguamiento entre Gaza e Israel, una medida que podría implicar la presencia militar israelí en la franja fronteriza de Filadelfia, junto a Egipto.
Con 443 días de guerra, las familias de los rehenes y la población civil de Gaza enfrentan una situación desesperante. La portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (UNRWA), Louise Wateridge, compartió un desgarrador video desde Khan Younis, donde las familias buscan entre la basura alimentos en medio de la devastación. La presión sobre el gobierno israelí es cada vez más fuerte, con los familiares de los rehenes y la oposición política exigiendo avances concretos.
Por otro lado, el presidente de Unidad Nacional de Israel, Benny Gantz, criticó al primer ministro Benjamin Netanyahu, acusándolo de obstruir las negociaciones tras una entrevista en la que Netanyahu afirmó que la guerra terminaría solo después de erradicar a Hamas de Gaza. En respuesta, la oficina de Netanyahu acusó a Gantz de actuar políticamente tras abandonar el gobierno, mientras él acusaba al primer ministro de temer que un acuerdo de tregua pueda desestabilizar su coalición.
Este panorama se complica aún más con la reciente amenaza proveniente de Yemen, donde un misil balístico alcanzó Israel y dejó 16 heridos. Netanyahu, al respecto, prometió una respuesta contundente, comparando el ataque con las acciones contra terroristas iraníes y advirtiendo que la batalla contra los hutíes, aliados de Hamas, también será decidida con fuerza.
