En una noche cargada de emociones, Gran Hermano vivió un momento único y conmovedor durante su edición especial de Congelados. Mientras los participantes se enfrentaban a una difícil elección, la casa se vio sacudida por una sorpresa que dejó a todos sin palabras: el inesperado ingreso de la madre de Luciana, quien desconocía un aspecto fundamental de la vida de su hija.
Luciana, quien había ingresado al reality como Jorge, nunca había revelado a su madre que era una mujer trans. El secreto había sido guardado celosamente, y su madre se enteró de la identidad de su hija por medio de la televisión, mientras la veía vivir su experiencia en la casa. Aquel momento de revelación fue algo que ningún participante pudo prever.
La emoción de Luciana al ver entrar a su madre
Cuando la puerta de la cocina se abrió, Luciana vio a su madre entrar y, sin poder contener las lágrimas, la emoción la desbordó. En ese instante, a pesar de estar en medio de la prueba de Congelados, donde nadie podía moverse ni hablar, la participante rompió el protocolo y entró en llanto. La escena fue desgarradora: ambas se fundieron en un abrazo lleno de amor, que tocó el corazón de todos.
“Mi hija Luciana. Hijita de mi alma. Te amo bebé, te extrañé mucho, mucho”, dijo la madre, visiblemente emocionada, mientras las lágrimas recorrían su rostro. A medida que el abrazo se prolongaba, la madre continuó: “Te amo mi bebé, querida. Siempre te dije que te quiero hijita, toda la vida te lo dije. Nunca te abandoné, nunca. No te voy a abandonar jamás, hija mía”.
Luciana, completamente quebrada por la emoción, no pudo ocultar lo que había sentido al reencontrarse con su madre en esa situación tan particular. A pesar del difícil contexto en el que se encontraba, rodeada de cámaras y con el desafío del juego aún en pie, la conexión con su madre fue más fuerte que cualquier regla del programa.
Al terminar la prueba de Congelados, Luciana recibió el apoyo de todos sus compañeros, quienes la abrazaron y compartieron con ella ese momento tan especial.