
En una extensa charla con la prensa, el presidente de Rosario Central Gonzalo Belloso explicó los fundamentos detrás de la decisión de no renovar el contrato de Ariel Holan y apostar por la llegada de Jorge Almirón. El “Pejerrey” fue muy sincero al realizar un balance de lo que dejó el 2024 y 2025, señalando que, a pesar de los buenos resultados en la tabla acumulada, el equipo corría el riesgo de estancarse. Según el mandatario, la dirigencia detectó un exceso de relajación en el plantel tras los logros pasados, algo que obligó a realizar un movimiento audaz en el banco de suplentes.
El máximo dirigente auriazul remarcó que en Rosario Central no hay lugar para el conformismo. “Todos en este club tenemos que renovar a cada rato las credenciales de por qué estamos acá”, sentenció, dejando en claro que la exigencia debe ser diaria tanto para los jugadores como para la comisión directiva. Belloso admitió que, si bien fueron el equipo que más puntos sumó en el último año, las eliminaciones tempranas en los torneos cortos dejaron una sensación de deuda que pretenden saldar con un perfil de conducción más riguroso.
Salir de la zona de confort para volver a competir
“En Central siempre hay que buscar más. Nos quedamos afuera en octavos y no nos gustó”, afirmó el presidente, subrayando que la estructura del club debe acostumbrarse a la competitividad extrema que demanda el hincha y el socio. Para la dirigencia, el ciclo de Holan cumplió una etapa, pero para dar el siguiente salto internacional era necesario un giro de timón. El objetivo es que, a excepción de referentes como Ángel Di María, todos los futbolistas sientan la necesidad de ganarse su lugar desde cero bajo una nueva metodología.
En cuanto a la elección del sucesor, Belloso reveló que Jorge Almirón fue la única opción que manejaron: “Era el técnico que queríamos, el único con el que hablamos”. El presidente destacó el presente del DT, quien viene de ganar todo con Colo Colo en Chile y cuenta con el antecedente de ser el último entrenador en llevar a un equipo argentino a una final de Copa Libertadores. Estos parámetros fueron determinantes para que el ranking interno de la secretaría técnica lo ubicara como el candidato número uno de manera indiscutida.

Los motivos detrás del desembarco de Almirón
La búsqueda del nuevo entrenador no fue azarosa; la dirigencia analizó minuciosamente la vigencia y la experiencia de Almirón en torneos continentales. “Necesitábamos un técnico que haya dirigido equipos grandes, que sea competitivo en Libertadores y que tuviera ganas de venir al otro día”, explicó Belloso. Además, destacó un detalle que lo terminó de convencer en la primera charla: el propio Almirón le confesó que siempre había tenido el deseo de dirigir en Arroyito, valorando positivamente su perfil de trabajo duro.
Finalmente, el titular canalla calificó la decisión como un acto de valentía por parte de su comisión directiva, entendiendo que los cambios de este estilo siempre conllevan riesgos. Sin embargo, insistió en que la “zona de confort” es perjudicial para cualquier proyecto deportivo serio. Con la mirada puesta en la Libertadores que se avecina, Central inicia una nueva era con la esperanza de repetir la regularidad del 2025, pero sumándole la cuota de jerarquía necesaria para pelear por títulos hasta el final.
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