
Con una inflación más baja y nuevas estrategias comerciales, los hábitos de consumo en Argentina cambiaron en los últimos meses. Durante el segundo trimestre del año, el uso de la tarjeta de crédito creció notablemente, mientras que la tarjeta de débito perdió terreno, tanto en cantidad de operaciones como en volumen.
Según el índice elaborado por Payway, el 63,2% del volumen operado con plásticos se hizo con tarjeta de crédito, lo que representa un salto de más de cinco puntos respecto al mismo período del año pasado. En contraste, el débito cayó al 35,95%, afectado por varias causas, entre ellas, la aparición de descuentos por pagar en efectivo.
El efectivo también ganó espacio. Los datos indican una caída del 19,4% en la cantidad de transacciones con débito, en parte porque los billetes de alta denominación facilitaron retiros y compras. De hecho, los retiros por cajero se desplomaron un 41% y en los comercios, un 44%, comparado con el segundo trimestre de 2024.
Más crédito y más cuotas. A pesar de la eliminación del programa oficial Cuota Simple, que finalizó el 30 de junio, las entidades financieras lanzaron sus propios planes para financiar compras. Como resultado, el uso de cuotas largas aumentó. Las compras en 12 pagos crecieron dos puntos y las de hasta 24 cuotas cuadruplicaron su participación en el total.
La tendencia es clara: con tasas más accesibles, promociones bancarias y más billetes en la calle, los consumidores optan por pagar en cuotas o con efectivo, dejando de lado el uso de la tarjeta de débito como medio principal de pago.
