Funeral tumbero en La Plata: un adolescente de 15 años murió baleado y sus amigos prendieron fuego su moto sobre su lápida

Los funerales tumberos resultan cada vez más replicados en las redes sociales, donde exponen toda una simbología de marginación urbana; pero el que se llevó a cabo en las últimas horas en el cementerio de La Plata mostró ribetes distintivos. No hubo disparos, como en otros funerales, pero los allegados de Tiziano Benjamín Videla (15) organizaron una caravana “a todo ritmo” hacia la lápida bajo la cual fue sepultado recientemente, encima de la cual prendieron fuego la moto en que el adolescente viajaba cuando fue baleado el 22 de septiembre, luego de lo cual pasó más de un mes en gravísimo estado. Se agrava la situación procesal del detenido por el crimen, otro joven de 18 años.

“Se te va a extrañar negro. Siempre en nuestros corazones. Bola (sic) bien alto”, se lee en uno de los reels en cuestión. Dura 18 segundos y a tiempo repartido casi ecuánimemente, muestra imágenes del funeral de Videla y una foto de él, retocada por la inteligencia artificial que le agregó alas, nubes y una luz celestial como contexto. Las imágenes del funeral: una larga retahíla de vehículos, autos y motos, ingresando al Cementerio Municipal de La Plata, blandiendo coronas de flores, tocando bocina, tirando rebajes con las motos (lo que en la jerga urbana se conoce como “tirar corte”), haciendo ruido.

La siguiente imagen del reel —que en todo momento está musicalizado con una canción del grupo de cumbia La Repandilla— muestra a los allegados de Videla desquitando su bronca contra una moto, la moto del fallecido, la que pilotaba al momento de haber sido baleado el 22 de septiembre. La moto, envuelta en llamas y objeto de patadas, golpes e insultos, yacía consumiéndose sobre la misma lápida del fallecido.

El desquite con el vehículo de un fallecido (con el que estaba delinquiendo, huyendo o que tenía alguna relación con esas acciones) obedece -en el ambiente delictivo- a que tal vehículo no permitió a quienes viajaban en él escapar de la muerte o de una captura, por ejemplo.

La moto de Videla, prendida fuego por sus allegados sobre su lápida, en el Cementerio Municipal de La Plata. La moto de Videla, prendida fuego por sus allegados sobre su lápida, en el Cementerio Municipal de La Plata.

De alguna forma, eso fue lo que le sucedió a Videla. En la noche del lunes 22 de septiembre, alrededor de las 23.30, vecinos del barrio San Carlos, en el oeste de La Plata, oyeron varios disparos. En la esquina de 45 y 141 yacía, cuando llegaron agentes del Comando de Patrullas de La Plata, Tiziano Benjamín Videla, de 15 años, sobre una de las veredas, con dos heridas de bala: una en la espalda, otra en el glúteo derecho. A su lado se encontraron un revólver calibre .32, una vaina servida de calibre 9 mm y un cargador vacío. Desde un inicio, los agentes sospecharon de un enfrentamiento armado.

Enseguida Videla fue llevado de urgencia al Hospital Alejandro Korn, en Melchor Romero, otra localidad platense. Allí le diagnosticaron una lesión medular grave, a la altura de la vértebra T2, cuya secuela inmediata sería, ya entonces, que el adolescente de 15 años quedara parapléjico. Durante dos semanas su cuadro de salud se mantuvo estable aunque irreversible, y entonces fue trasladado al Hospital San Juan de Dios, en el sudeste de La Plata, donde finalmente su cuadro se agravaría hasta el lunes 3 de noviembre, cuando Videla murió.

En el interín de la internación, tomó intervención en la causa la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de La Plata, que a fines de septiembre ordenó una serie de allanamientos para intentar dilucidar pormenores del ataque sufrido por Videla y sus circunstancias.

Tiziano Benjamín Videla, de 15 años, fue baleado en San Carlos, a fines de septiembre, y murió tras más de un mes de agonía. Tiziano Benjamín Videla, de 15 años, fue baleado en San Carlos, a fines de septiembre, y murió tras más de un mes de agonía.

En uno de esos allanamientos se dio con J. S. R., un joven de 18 años, cuyo padre admitió ante las autoridades que su hijo había estado involucrado en el hecho. La bicicleta que usaba el joven (y de la que se presume podría haber sido usada al momento del asesinato de Videla) no se encontró en ese domicilio, pero sí varias armas, que fueron decomisadas: una Bersa Thunder calibre .380 Plus, una Taurus G3 calibre 9 milímetros y otra Bersa del mismo calibre; todas ellas con sus cargadores y municiones respectivos.

La causa, que inicialmente estaba caratulada como “lesiones graves y abuso de arma de fuego”, sería reconfigurada en estas horas como “homicidio”, luego de que se conociera la muerte de Videla; y ahora se investiga un eventual ajuste de cuentas. Según se conoció en registros judiciales, el fallecido tenía varias causas abiertas en distintas fiscalías de La Plata por robo, encubrimiento y tenencia de armas de fuego; casi siempre en casos delictivos ocurridos en el extrarradio de la capital provincial.

Ahora la fiscal Betina Lacki, quien instruye la investigación, busca reconstruir el ataque mediante imágenes de cámaras de seguridad y testimonios de vecinos.

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fuente: CLARIN

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