
Justin Bieber vuelve a ser noticia, pero no por su música. A casi cuatro años del lanzamiento de su último álbum Justice, el artista sorprendió a sus fanáticos con el anuncio de su nueva marca de ropa y accesorios, llamada Skylrk. La propuesta, que incluye desde calzado hasta fundas de teléfono con espacio para porros, apunta a un estilo vanguardista y psicodélico, en colaboración con el diseñador Finn Rush-Taylor. El cantante, que en 2019 había cofundado Drew House, ahora se distancia completamente de esa estética para apostar por una visión más provocadora.
Sin embargo, el lanzamiento vino acompañado de un descargo en redes sociales que no pasó desapercibido. En un largo posteo, Bieber criticó la “naturaleza transaccional” de Hollywood y aseguró que, como adulto, esposo y padre, ya no quiere formar parte de ese mundo. “¿Ustedes creen que me van a intimidar para que me vaya de donde más se necesita mi influencia?”, escribió, generando un aluvión de comentarios de sus seguidores, que interpretaron sus palabras como una señal de que podría alejarse definitivamente de la música.
Las dudas sobre su salud mental y su posible retiro de los escenarios comenzaron a multiplicarse. “Gritándole a la funda del teléfono de Justin”, comentó irónicamente una fan en referencia a uno de los accesorios de Skylrk. Mientras algunos celebran su nueva faceta como emprendedor, otros piden que se tome un descanso y priorice su bienestar. Lo cierto es que, con cada movimiento, Justin Bieber logra lo que pocos: que el mundo no deje de hablar de él.