
Santiago Mignone, presidente de IDEA, cerró el 61° Coloquio y lanzó un fuerte llamado a los dirigentes políticos, con un pedido de “responsabilidad” para evitar que la economía “tiemble cada dos años producto de un proceso electoral y por la irresponsabilidad de sus actores”.
El directivo advirtió que estos vaivenes generan “una enorme transferencia de recursos, afectando, normalmente a los menos favorecidos y generando mayor pobreza“.
Por otra parte, apuntó que “la Argentina necesita algo más que respuestas inmediatas. Requiere una mirada de largo plazo con políticas estables, instituciones sólidas, una macroeconomía ordenada y reformas que promuevan la competitividad. Hoy vemos que, con equilibrio fiscal, la inflación se va acomodando y la economía se va estabilizando”.
Además, reclamó “no discutir más la necesidad de mantener el equilibrio fiscal”.
Mignone también criticó la falta de avance del Gobierno sobre algunos puntos que se habían pautado en el Pacto de Mayo junto a 19 gobernadores. “Hasta el momento, poco se conoce de lo hecho al respecto. Instamos a que, pasado el momento electoral, se retomen los puntos del pacto y se acuerden las medidas para su ejecución. Los pactos que sirven son sólo los pactos que se cumplen”.
El presidente de IDEA remarcó que “el Estado tiene un rol para jugar, que es dar previsibilidad económica y asegurar reglas claras y transparentes. Los gobiernos municipales, provinciales y nacional, en sus tres poderes, administran recursos de terceros, que son nuestros recursos, y por lo tanto se espera que lo hagan con responsabilidad. Terminando de una buena vez con los agravios y las discusiones que tienen al disenso como único objetivo”.

En este sentido, también destacó que “el desarrollo de la Argentina no vendrá de soluciones mágicas ni de atajos. Vendrá del trabajo, del esfuerzo conjunto y de la capacidad, de cada uno de nosotros, de mirar más allá de la coyuntura”.
Y completó: “Precisamos de dirigentes responsables. Que trabajen por el bien de la Nación. Desde IDEA estamos listos para seguir construyendo soluciones junto a los dirigentes que quieran transformar el país”.
Mignone también se refirió a los puntos que debe atacar tanto directamente desde el empresariado como desde el Gobierno, y destacó cinco puntos.
1. Competitividad: Urge la integración al mundo, aprovechando los recursos naturales, el talento y la resiliencia argentina para ser un actor relevante en el escenario global.
2. Innovación: El empresariado debe adoptar una mentalidad audaz y una mirada global, promoviendo una cultura innovadora dentro de sus organizaciones.
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3. Empleo y Educación: Se ratificó el compromiso de generar más trabajo formal, de calidad y sostenible, como la principal vía para combatir la pobreza. Para esto, el sector pide “menores costos laborales no salariales, un marco regulatorio moderno y garantizar mayor previsibilidad en la justicia laboral”, así como jóvenes con competencias básicas y tecnológicas.
4. Impuestos: Si bien se reconocieron avances, el empresariado reclama simplificar un sistema “complejo y distorsivo” que desalienta la inversión y la formalización. Se necesita un marco que “premie a quienes invierten, producen y generan empleo”.
5. Institucionalidad: Este punto fue calificado como fundamental, al sostener que “no hay desarrollo posible sin confianza ni reglas de juego claras”. La exigencia incluye la independencia judicial, el respeto entre poderes, la defensa de la propiedad privada, la libertad de expresión y la previsibilidad en las políticas más allá de los ciclos políticos.
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