Franco Colapinto llegó a Interlagos y recibió una buena noticia antes de correr el GP de Brasil de Fórmula 1: el calor de los fanáticos y el look de los pilotos

El reloj aún no marca las 9. Los comisarios de la FIA están presentes en cada uno de los boxes del autódromo José Carlos Pace. La lona negra, más oscura que la del resto, del auto de Max Verstappen se levanta y los mecánicos continúan trabajando. Como se esperaba el sábado cuando a las 18 comenzó el parque cerrado -momento en el que los equipos no pueden modificar nada en los autos porque sino son penalizados- y el Red Bull seguía descubierto, el tetracampeón neerlandés largará desde el pitlane el Gran Premio de Brasil, para intentar que no termine su defensa del título en Interlagos. Y eso, de yapa, le permitirá a Franco Colapinto ganar una posición en la pista ya que Alpine confirmó que no hubo modificaciones en el A525 pese al rendimiento en la clasificación del sábado (fue 18°) tras tener que cambiarle el chasis y otros elementos por el choque en la Sprint Race.

De hecho, Clarín estuvo en el momento en el que dos mecánicos de la escudería francesa levantaban el telón del monoplaza del piloto argentino de 22 años a las 9.03. Veinte minutos después, el oriundo de Pilar llegaba al circuito -tras el caos de tránsito que ya había en las inmediaciones en una jornada que comenzó lluviosa-, saludaba a los fanáticos que lo esperaban y pasaba el molinete acompañado por sus managers, María Catarineu y Jamie Campbell Walter.

Apenas dentro del paddock ya era requerido por aquellos privilegiados con un VIP que le pidieron una foto y hasta uno que exclamó a los gritos su felicidad cuando le firmó la camiseta argentina.

El piloto argentino fue el único que requirió la compañía celosa de un hombre de seguridad que lo escoltó durante los pocos metros que hay entre el ingreso y el hospitality de Alpine, el primero a la izquierda de la calle.

Ni el local Gabriel Botoleto, que llegó con un séquito de familiares y saltó el molinete para ingresar porque su tarjeta no funcionaba en ese momento, recibió ese fervor de los hinchas que madrugaron para estar en el paddock cinco horas antes del comienzo de la carrera.

Si de Brasil se habla tampoco se puede obviar la indumentaria que eligieron dos pilotos para este último día de actividad. Lewis Hamilton, declarado ciudadano brasileño en 2022, eligió una campera con una bandera brasileña en la espalda, que se replicó en un pañuelo que llevaba colgado de su pantalón.

No fue sorpresa ya que el año pasado el inglés había llegado vestido con unos pantalones con la bandera brasileña. El que sí impactó fue su compatriota Oliver Bearman, que eligió la camiseta del seleccionado de fútbol local con el dorsal de Adriano para este día de carrera.