
Florencia Peña fue la protagonista de la noche en Medianoche con Jey y, fiel a su estilo, no pasó desapercibida: llegó bailando, se adueñó de la silla del conductor y compartió divertidas anécdotas de su vida. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue la explicación que dio sobre por qué conserva tan pocas fotos de su infancia.
Florencia Peña relató la anécdota con su habitual humor: “Fue reloco lo que me pasó”, comenzó. “Yo era más chica, y la llamó a mi mamá uno que se hizo pasar por periodista y le dijo que necesitaba fotos para una nota que iba a hacer de mí. Ella le dio un ‘coso así’ de fotos. Se las llevó y las robó”.

Jey Mammon se quedó en silencio por un instante y luego reaccionó con sorpresa: “¿En serio? ¡Me estás jodiendo!”. Sin filtros, agregó: “¿Quién fue el hijo de put… que se llevó esas fotos?”. Entre risas, Peña respondió: “No puedo demandar a mi mamá porque no sería justo”. El conductor coincidió: “No, pero es lindo que lo digas porque lo que queda es que tu mamá no te sacaba fotos, pero no, es un hijo de p… que fue a tu casa”. Flor cerró el relato con un toque de nostalgia: “Era una época en la que no existían los celulares”.
La inesperada decisión de Flor Peña que dejó a todos en shock
Tras la divertida anécdota, llegó el turno del juego. La dinámica era sencilla: tres famosos aparecían en pantalla y Flor debía elegir con quién compartiría un viaje de 24 horas. Las opciones eran Mariano Iúdica, Mariana Brey y Claudia Valenzuela, la mamá de L-Gante.
Flor no se guardó nada y comenzó conciliadora: “El tema es así. La verdad que con Marianito tuvimos algunos encontronazos en su momento cuando hicimos un programa pero, después, todo se puso en buenos términos y lo quiero mucho”. Sin embargo, la paz duró poco, y con humor aclaró: “Creo que me va a hablar mucho si vamos de viaje”, descartándolo así como opción.

Sobre Mariana Brey, Flor no se guardó nada y fue más directa: “Mariana está muy defensora de este gobierno. Pero muy, muy. Me va a hablar de Milei sin parar”, lanzó entre carcajadas. Finalmente, eligió a la mamá de L-Gante: “Me parece que como no la conozco podríamos tener un buen viaje, charlar de algo, ¿o no?”.
Entre risas, Flor dejó dos claras enseñanzas: nunca prestar las fotos de la infancia a desconocidos y elegir con cuidado al compañero de viaje.
—