Diciembre suele llegar con una agenda cargada de actos escolares, cierres laborales y reuniones familiares que, lejos de generar disfrute, provocan cansancio y tensión. Sin embargo, el especialista en gestión del estrés e inteligencia emocional Luis Berdiñas sostiene que el problema no son las fiestas en sí, sino la forma en que cada persona las interpreta y anticipa.
Según explicó, muchas veces se activa una “profecía autocumplida” basada en experiencias pasadas. Para evitarlo, propone cuatro estrategias clave: resetear creencias negativas, bajar las expectativas de que todo salga perfecto, anticipar situaciones incómodas y elegir conscientemente la energía con la que se quiere transitar cada encuentro.
Otro punto central es la soberanía emocional. Berdiñas remarca la importancia de no ceder el control de las propias emociones a comentarios ajenos, especialmente frente a temas sensibles como política, fútbol o religión. En esos casos, recomienda evitar la confrontación directa y cambiar de tema de manera inteligente para desactivar tensiones.
El experto subraya el valor de aprender a decir que no y aceptar que los demás tienen derecho a vivir las fiestas a su manera. Renunciar a mandatos y aceptar lo que no se puede cambiar permite atravesar las celebraciones con menos estrés y mayor bienestar personal.
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