La Cámara de Apelaciones en lo Civil de Córdoba confirmó la condena al Sanatorio Francés y a su aseguradora por la muerte de Lourdes Agustina Moratalla (20 años), quien falleció en 2019 tras sufrir un ACV hemorrágico no diagnosticado a tiempo. El fallo ratificó que los médicos del sanatorio minimizaron síntomas claros (cefalea intensa, adormecimiento de extremidades y vómitos) durante tres consultas en 48 horas, sin ordenar una tomografía cerebral que hubiera permitido actuar a tiempo. “
Perdieron horas críticas para salvarle la vida”, señaló la sentencia.
La jueza María Eugenia Murillo había determinado en 2024 que el sanatorio cometió “mala praxis por omisión”: los profesionales no documentaron diagnósticos en la historia clínica, atribuyeron los síntomas a un “malestar digestivo” y retrasaron la derivación a un neurólogo. Aunque el ACV hemorrágico tiene alta mortalidad, el fallo destacó que el tratamiento oportuno (en las primeras 24 horas) habría dado chances de supervivencia. La indemnización millonaria cubre daño moral, pérdida de asistencia económica y gastos terapéuticos.
El abogado de la familia, Remo Bergoglio, calificó el caso como “la negligencia más grosera” de su carrera: “Si hubiesen pedido una simple tomografía, Lourdes estaría viva”. El sanatorio y su aseguradora apelaron, pero la Cámara respaldó el peritaje oficial que evidenció fallas “contundentes” en el protocolo médico. El mensaje del fallo es claro: omitir estudios básicos ante síntomas graves tiene consecuencias legales. La familia espera que esta sentencia prevenga futuras negligencias en el sistema de salud.
