
A pocos días de su regreso a la Argentina, Evangelina Anderson volvió a sorprender en Instagram con una imagen audaz que no pasó desapercibida. Frente al espejo, lució una remera negra sostenida solo por dos cadenitas, dejando parte del busto y el vientre al descubierto. El detalle que más llamó la atención fue el contraste entre el look y el crudo invierno porteño, lo que generó una oleada de comentarios y reacciones entre sus seguidores.
Conocida también por compartir contenido familiar y rutinas cotidianas, esta postal representó un giro provocador en su feed. Sin embargo, su presente no solo está marcado por el estilo y la estética: su vida atraviesa momentos clave, cargados de emoción y decisiones importantes.

Un gesto familiar que conmovió: el tatuaje de su hijo
Uno de los momentos más comentados del fin de semana fue el primer tatuaje de Bastian, su hijo mayor, quien inmortalizó los ojos de su madre en su antebrazo. El diseño fusiona la mirada de Eva con los rasgos de un tigre, y el color celeste típico de la modelo.
“Morí de amor. Mis ojos”, escribió Anderson emocionada. En sus historias, sumó una anécdota íntima: “Desde chiquito me decía que lo iba a hacer”.

Nueva etapa en Argentina: entre decisiones familiares y la rutina
Evangelina llegó al país para pasar una temporada junto a Bastian, mientras espera definiciones sobre el futuro profesional de Martín Demichelis, aún sin rumbo confirmado. La familia —que también incluye a sus hijas Lola y Emma— está expectante ante posibles cambios que podrían implicar una nueva mudanza.
Mientras tanto, la modelo retomó hábitos previos a su vida en Monterrey. Desde Núñez, mostró cómo volvió a acompañar los entrenamientos de su hijo en River Plate, club donde el joven sigue sus pasos futbolísticos. Al llegar, fue recibida con un ramo de flores de parte de Bastian, en un gesto que también compartió en sus redes: “Sos todo”, escribió.
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