
Seguramente, habrá notado ya, que el efecto de la contaminación por plático dejó de ser algo lejano. Basta caminar por playas despejadas, donde no hay un alma, en pleno invierno o temporada baja para ver a la olas empujar bolsas y otros restos del material en la arena. En estos días, una cumbre internacional en Ginebra busca terminar con el problema o al menos acotarlo porque contamina y mata. Pero un grupo de países presiona para que no suceda. ¿Cuáles? Los que más plástico producen, muchos de ellos, poderosos países petroleros o las principales potencias mudiales. Nada menos que la llamada “oligarquía del plástico”.
Siete países, encabezados por China, Estados Unidos y Arabia Saudita, produjeron dos tercios de los cuatro tipos de plásticos más comunes en el mundo en 2024, según el gabinete británico de consultoría ambiental Eunomia y el grupo de investigación Zero Carbon Analytics.
El estudio, difundido durante negociaciones en Ginebra entre 184 países que intentan redactar el primer tratado mundial para poner fin a la contaminación por plásticos, se centra en la producción de cuatro tipos de polímeros vírgenes: el Polietileno (PE), el Polipropileno (PP), el Polietileno tereftalato (PET), utilizado en botellas de agua, y el Poliestireno (PS).
Con un 34% de la producción de estas cuatro resinas, China es, de lejos, el primer productor, seguida por Estados Unidos (13%) y Arabia Saudita. Luego se encuentran Corea del Sur (5%), India y Japón.

Alemania, único país europeo entre los diez primeros productores, se sitúa con un 2% de la producción de estos cuatro plásticos en el año pasado.
Según otro estudio, un poco más antiguo, realizado por Wood Mackenzie, proveedor de datos energéticos, la producción de plástico también está concentrada en un pequeño número de grandes empresas, algunas de ellas estatales.
Solo 18 empresas produjeron más de la mitad de los polímeros plásticos del mundo en 2021. Según esta misma fuente el primer productor mundial es… una empresa china: el grupo estatal Sinopec (China Petroleum and Chemical Corporation), que por sí solo fabrica 5,4% del plástico producido en el planeta.

Le siguen la petrolera estadounidense ExxonMobil (5%), la química estadounidense LyondellBasell (4,5%), el grupo petrolero estatal saudí Saudi Aramco (4,3%) y la también china PetroChina (4,2%).
En este ranking los primeros europeos son el grupo británico Ineos (2,8%) en séptima posición, el austriaco Borealis (2,3%) en décima y el francés TotalEnergies (2%) en undécima posición.
Cumbre en Ginebra
Hasta 96 de los 180 países presentes en las negociaciones en Ginebra apoyan un tratado que implique reducciones en la producción, pero este pequeño número de potencias petroleras e industriales se oponen a ello hasta el momento, a la espera de que las negociaciones concluyan el 14 de agosto.

El Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), promotor de las negociaciones, advierte que si no hay cambios en el consumo mundial de plástico podría triplicarse para 2060, y se espera que la producción de residuos plásticos en la naturaleza aumente un 50 % para 2040.
El planeta produce actualmente 460 millones de toneladas de plástico al año, la mitad de las cuales en productos de un solo uso, y menos del 10 % de los residuos generados se recicla, por lo que numerosos de estos desechos, convertidos en microplásticos y nanoplásticos, llegan a océanos y desde allí a la cadena alimentaria.
La negociaciones se llevan a cabo sobre la base de un borrador que al inicio de la actual ronda presentaba todavía hasta 300 puntos sin consensuar entre los Estados.
Las trabas de los países petroleros
Varios países petroleros que rechazan cualquier restricción sobre la producción de plástico están bloqueando los esfuerzos en Ginebra para alcanzar el primer tratado mundial, indicaron a AFP varias fuentes implicadas en las negociaciones.

“Es un diálogo de sordos, con muy pocas pistas para aterrizar”, dijo una fuente diplomática de un país de la coalición llamada “ambiciosa”, que quiere imponer en el texto final objetivos de reducción de la producción de plástico virgen (no reciclado).
Una propuesta que rechazan otro grupo de países, principalmente petroleros.
El proyecto de tratado, el primero sobre esta cuestión legalmente vinculante, busca regular a nivel mundial la producción, el consumo y el fin de vida del plástico.
Las últimas negocaciones fueron un fracaso. Tuvieron lugar a finales de 2024 en Busan, Corea del Sur.
“Las posiciones se cristalizan”, confirmó una fuente de una ONG que asistió a varias sesiones a puerta cerrada.
Los documentos presentados por las delegaciones muestran que Arabia Saudita, los países árabes, Rusia e Irán, que dicen “compartir las mismas ideas” en un grupo llamado “like minded”, rechazan cualquier medida vinculante sobre la producción de plástico.
Estos países quieren que el tratado no incluya el origen petrolífero del plástico, sino que se centre únicamente en la fase final, cuando se convierte en residuo, con medidas como la financiación de la recogida, la clasificación y el reciclaje, especialmente en países en desarrollo.
Sin embargo el texto inicial para lanzar las negociaciones abarca “todo el ciclo de vida” del plástico.
Pulseada en Ginebra
Según la fuente diplomática, si el texto solo sirve para ayudar a que los países en desarrollo gestionen mejor sus residuos, “no necesitamos un tratado internacional”. “Estamos ante una pulseada con países dispuestos a que no haya tratado”, asegura.

Tampoco hay consenso sobre el artículo 3 del futuro tratado que establece una lista de sustancias químicas consideradas potencialmente peligrosas para el medio ambiente o la salud humana como aditivos, colorantes, contaminantes llamados “eternos” (PFAS) o ftalatos.
“Algunos no quieren ninguna lista, o que cada país pueda hacer su propia lista de productos peligrosos, lo que ya se puede hacer sin necesidad de un tratado internacional”, señala la misma fuente, que además se muestra sorprendida “por la falta de apertura de China”; un país que, mientras contmina, levanta las banderas de las energías renovables y hace de los paneles solares un negocio espectacular.
Con inforamción de EFE y AFP
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