Estados Unidos: ocho legisladores demócratas que enfrentaron a su partido en el Senado, clave para que el Congreso empiece a poner fin al cierre del gobierno

Con el voto de ocho legisladores demócratas que enfrentaron a su partido y cedieron en parte de sus reclamos, el Senado de Estados Unidos alcanzó un primer acuerdo clave para resolver el cierre del Gobierno más largo de la historia, que tiene paralizado el financiamiento a los organismos públicos desde hace ya 40 días, y provocó que cientos de miles empleados dejaran de recibir su sueldo y también profundas disrupciones en servicios como el transporte aéreo, con caos en los aeropuertos.

La votación que destrabó la parálisis sucedió el domingo por la noche, cuando ocho senadores demócratas moderados rompieron con la posición del partido y cedieron a una demanda clave: la extensión generalizada de los subsidios a la salud establecidos por el Obamacare.

Los demócratas exigían que la Ley de Cuidado de la Salud Accesible, que vencía a fin de año, se extendiera con la nueva ley de presupuesto. Sin embargo, el acuerdo fija ahora una fecha “en diciembre” para la votación de esa ley en el Senado en diciembre, pero no garantiza su extensión.

Si bien todavía falta la aprobación en la Cámara de Representantes, el presidente Donald Trump festejó el paso clave del Senado, sobre todo porque los republicanos no cedieron ante la presión de los demócratas. “Abriremos nuestro país muy rápidamente”, dijo en el Salón Oval. Y agregó: “El acuerdo es muy bueno”.

Por el contrario, el acuerdo fue rechazado por algunos líderes clave y legisladores del ala progresista del partido opositor, quienes acusaron a sus colegas más moderados de haber cedido de forma desastrosa, otorgando una victoria a Trump y dando la espalda a millones de estadounidenses que no luchan por pagar sus seguros médicos.

Más de 1600 vuelos fueron cancelados en EE. UU. el 10 de noviembre después de que la Administración Federal de Aviación (FAA) limitara la capacidad en 40 aeropuertos importantes del país. Foto EFEMás de 1600 vuelos fueron cancelados en EE. UU. el 10 de noviembre después de que la Administración Federal de Aviación (FAA) limitara la capacidad en 40 aeropuertos importantes del país. Foto EFE

“No apoyaré un acuerdo que no haga nada para que la atención médica sea más accesible”, escribió en X la senadora demócrata Elizabeth Warren, destacada figura progresista. “Estamos en una emergencia sanitaria… Votar a favor de este proyecto de ley es un error”.

Los senadores que votaron en contra de la mayoría de su partido son: Angus King de Maine, Tim Kaine de Virginia, Dick Durbin de Illinois, John Fetterman de Pennsylvania, Maggie Hassan y Jeanne Shaheen de New Hampshire, Catherine Cortez Masto y Jacky Rosen de Nevada. Ninguno enfrenta su reelección en 2026 y dos de ellos se retiran al finalizar su mandato.

Argumentaron que con el shutdown “la gente estaba sufriendo demasiado” y que “la ley no es perfecta, pero es un paso importante para reducir el sufrimiento”. Aludían, por ejemplo, a la dificultad de acceder a vouchers de alimentos y al caos generado en los aeropuertos por la falta de controladores aéreos, que llevó a que este fin de semana se cancelaran unos 5.000 vuelos

El liderazgo demócrata en el Senado estuvo dividido en la votación, con el líder de la minoría, Chuck Schumer, oponiéndose al acuerdo, mientras que su número dos, el senador Dick Durbin, lo apoyó.

Más allá del tema del controvertido tema de los subsidios de la salud, el acuerdo financia al Gobierno hasta el 30 de enero y garantiza el salario de los empleados federales que fueron suspendidos durante el cierre del Gobierno y de quienes trabajaron sin sueldo. Además, revierte los despidos de empleados federales realizados por Trump durante el cierre y financia los cupones de alimentos hasta 2026.

Una vez que el paquete supere los trámites procesales en el Senado, la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, deberá ser convocada nuevamente para votar sobre la medida y se estima que esto podría suceder recién el miércoles.

La novedad política es que un número de demócratas están cediendo ante la presión sin lograr el objetivo por el que venían combatiendo hace semanas. Los demócratas no consiguieron ningún compromiso de extender los subsidios de Obamacare, a pesar de insistir en que esa era su condición indispensable. Lo máximo que lograrán es una votación en el Senado. No hay garantía de que se apruebe un proyecto de ley para extender los subsidios, dada la mayoría republicana en el Senado. Y las perspectivas de que la Cámara de Representantes, también republicana, lo respalde parecen aún más remotas.

El presidente Donald Trump celebró el acuerdo. Foto BloombergEl presidente Donald Trump celebró el acuerdo. Foto Bloomberg

El senador demócrata progresista de Vermont, Bernie Sanders, dijo que el acuerdo corría el riesgo de provocar “un desastre político y de políticas públicas”. Y añadió: “En mi opinión, sería un error garrafal ceder ante Trump ahora mismo”.

Buena parte del partido demócrata argumentaba que las victorias contundentes que habían obtenido el martes pasado en las elecciones para gobernador en New Jersey y Virginia, más la alcaldía de Nueva York, les daba aire para negociar en el Congreso. En las urnas, señalaban, los estadounidenses habían apoyado a candidatos que habían criticado duramente a Trump por el aumento del costo de vida.

Pero ahora, cuando debían defender los costos de la atención médica en el Congreso, se rindieron, a pesar de que las encuestas mostraban que la mayoría de los votantes culpaban a Trump del cierre del Gobierno y estaban de acuerdo con la posición demócrata.

Sin embargo, otra visión señalaba que, a medida que las consecuencias se agravaban rápidamente y con un posible caos en los viajes en el fin de semana de Acción de Gracias en pocos días, los demócratas se arriesgaban a perder sus avances políticos graduales si la opinión pública se volvía también en su contra.

Una vez que el Senado apruebe el financiamiento, el debate pasará a la Cámara de Representantes, donde el presidente Mike Johnson deberá impulsar el acuerdo a través de una bancada republicana dividida, probablemente con la ayuda del propio Trump.

Una vez que el acuerdo se apruebe en el Congreso y Trump la firme como ley, aún no está claro qué tan rápido las agencias podrán restablecer los servicios para las decenas de millones de estadounidenses afectados por el cierre, desde la pérdida de asistencia alimentaria federal hasta el cierre de guarderías y el retraso en los pagos de salarios.

“Soy optimista de que, después de casi seis semanas de este cierre, finalmente podremos ponerle fin”, dijo el líder de la mayoría en el Senado, el republicano John Thune.

PB

fuente: CLARIN

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