
La separación entre Wanda Nara y Mauro Icardi no solo acaparó titulares por su costado mediático, sino que ahora suma un capítulo judicial explosivo. Esta semana, ambos se verán las caras en un tribunal italiano, donde se evaluará la validez del acuerdo prenupcial que firmaron hace tres años, en plena crisis por el escándalo con la China Suárez.
Según reveló la abogada Mariana Gallego en el programa Mujeres Argentinas, los abogados del futbolista intentarán anular el contrato prenupcial, alegando que fue firmado bajo presión, lo que lo volvería inválido. Ese documento fue sellado justo después de que Wanda descubriera los chats entre Icardi y la actriz, en el ya famoso “Chinagate”.
Pero lo que podría cambiarlo todo es un punto aún más polémico: la defensa de Icardi acusará a Wanda de adulterio, una figura que en Italia todavía tiene peso legal. Si el tribunal determina que hubo infidelidad por parte de la empresaria, ella podría ser considerada culpable de la ruptura del matrimonio.
Y acá viene el giro inesperado: de comprobarse esa culpa, Wanda Nara tendría que pagarle una pensión alimentaria a Mauro Icardi. Aunque parezca insólito, la legislación italiana contempla esa posibilidad. Lo que parecía un simple divorcio millonario, podría terminar con la empresaria manteniendo a su ex.
