
El regreso de Alex Caniggia al foco de la conversación digital no pasó desapercibido ni fue discreto. El mediático argentino, que suma más de 3,2 millones de seguidores en Instagram, volvió a sacudir las redes al compartir una serie de imágenes que rozan los límites de la censura.

Fiel a su estilo provocador, Caniggia no se guarda nada: combina fotos con mensajes incendiarios. En esta ocasión, se mostró en la intimidad de lo que aparenta ser una habitación de hotel de lujo, acompañado de un texto que eleva su ego a niveles casi legendarios: “El fuego corre por mis venas y la locura por mi cabeza. Soy explosión nuclear, el calor que manejo es ilegal. A veces intento ser humilde, después me miro al espejo y se me quita”.
Las provocativas fotos de Alex Caniggia en las redes
La primera de las fotos lo muestra de pie frente al espejo de un baño iluminado por una luz celeste intensa. Apenas cubierto por una bata abierta, deja a la vista su extensa colección de tatuajes que recorre torso, brazos y piernas. La mirada frontal, desafiante, y la pose atrevida hablan por sí solas. Una pierna apoyada sobre la bañera y el teléfono en mano completan la escena, consolidando su transgresión calculada.
No es solo la presencia de Alex la que impone. Los elementos que lo rodean transforman cada imagen en un verdadero manifiesto: paredes de mármol, una puerta cerrada y un cartel en chino junto al sanitario. Todo respira lujo, exclusividad y ostentación. Resulta difícil dudar de la intención de Caniggia de romper con lo convencional.

En otra de las fotografías, la apuesta se mantiene alta. Esta vez el escenario cambia al dormitorio del hotel. Caniggia vuelve a retratarse frente al espejo, con el móvil firme en la mano y la bata abriéndose apenas para dejar ver los tatuajes de su torso, como en la imagen anterior. La habitación, impecablemente ordenada, aporta otra capa de lujo discreto: sobre la mesa se observan copas, platos y una tetera, iluminados por la luz natural que entra por una ventana panorámica con vistas a los rascacielos. Al fondo, una fotografía en blanco y negro adorna la pared, mientras una lámpara de mesa y varios objetos distribuidos sobre el escritorio completan este retrato de intimidad cuidadosamente calculada.
“El calor que manejo es ilegal”, escribió. Entre sus palabras y su cuerpo, todo está pensado para causar impacto. Una vez más, Alex Caniggia demuestra su maestría en el arte de mostrarse a sí mismo. La audiencia, lejos de permanecer indiferente, mira, opina y reacciona. Y él, justo en ese límite, parece hallar el verdadero significado de su figura pública.

Pero la galería no estuvo compuesta solo por elogios. Furia Scaglione intervino con tono festivo, desdramatizando la exposición y bromeando: ”Jajajja, el bro en bolas. Sos el uno”. La complicidad y el humor interno se hicieron evidentes, como si la polémica se celebrara entre viejos conocidos.
No obstante, la reacción en redes no fue homogénea. Otros usuarios, desde el anonimato que ofrece la distancia digital, ofrecieron un contrapunto. “No es sexy, es como ver a un hermano haciéndose el lindo en redes”, comentó alguien, desinflando cualquier intento de glamour. Otro mensaje, cargado de nostalgia y crítica, añadió: “Qué lástima esos tatuajes, es tan linda una piel al natural”.
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