
El lunes 22 de septiembre de 2025 tendrá lugar el equinoccio de primavera, el fenómeno astronómico que marca el inicio “oficial” de la estación en el hemisferio sur. Este evento ocurre cuando el Sol cruza el ecuador celeste y la luz solar llega casi por igual a ambos hemisferios, lo que provoca que el día y la noche tengan prácticamente la misma duración.
En el hemisferio sur, este momento señala el comienzo de la primavera; en el norte, en cambio, da inicio al otoño.
Aunque en Argentina se acostumbra a celebrar el inicio de la primavera el 21 de septiembre, la estación comenzará oficialmente con el equinoccio. Según la NASA, en 2025 este fenómeno ocurrirá el 22 de septiembre a las 19:19 UTC (15:19 hora argentina).
La diferencia de fechas se explica porque el año trópico -el tiempo que tarda la Tierra en completar una vuelta alrededor del Sol- no coincide exactamente con el calendario gregoriano.

La palabra proviene del latín aequinoctium, que significa “noche igual”. Allí está la clave de este suceso: durante los equinoccios, que ocurren dos veces al año, el día y la noche tienen la misma duración en ambos hemisferios.
Esto sucede porque el eje de la Tierra está inclinado unos 23,5 grados, lo que genera las estaciones y hace que solo en los equinoccios los rayos del Sol caigan perpendiculares sobre el ecuador.
Significados simbólicos y astrológicos
La primavera está asociada al renacimiento, la fertilidad y los nuevos comienzos. En astrología, el equinoccio coincide con la entrada del Sol en Libra, signo ligado al equilibrio y la armonía.
“Es el momento en que el día y la noche tienen la misma duración, un punto de equilibrio perfecto antes de que los días empiecen a alargarse”, explica a Clarín la astróloga y periodista Clara Gualano (@astroyrituales).
Para ella, también se trata de un tiempo de apertura: “Es como una semilla que rompe su coraza para lanzarse a la vida, pasando por capas de tierra hasta encontrarse con la luz”.

La astróloga Beatriz Leveratto, directora de Consideral Escuela de astrología y tarot, aporta otra mirada: “Libra transcurre sincrónico a estos días de paridad de luces y temperaturas. El equinoccio de primavera es ideal para hacer un balance de lo vivido e intentar nivelar los excesos”.
Según señala, bajo la influencia de la balanza se abre la oportunidad de revisar vínculos, sanar relaciones y elegir con claridad cómo encarar el último trimestre del año.
Celebraciones y rituales
En distintas culturas, el equinoccio de primavera fue motivo de celebración. En el hemisferio norte, se festeja la festividad de Ostara, vinculada a la fertilidad, con símbolos como los huevos y los conejos. En el norte argentino, pueblos originarios conmemoran el Koya-Killa Raymi, que honra el inicio de un nuevo ciclo vital.
Para acompañar la energía de la estación, Gualano propone algunos rituales: “Juntar flores durante una caminata y llevarlas a un altar es un buen inicio. También podés llenar un cuenco con agua y flores flotantes para crear un pequeño estanque con flores flotando”.
“El punto clave será conectar con la vida que resurge, y los brotes nuevos de los árboles que pronto responderán a la luz solar con su espléndido follaje”, concluye.
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