
Ya desde hace varios años que se escucha hablar del ayuno intermitente, una práctica que ayudaría a controlar y que sirve para desintoxicar al organismo. Pero qué pasa cuando este período largo sin comer coincide con la actividad física, por lo que se entrena en ayunas: ¿Qué dice la ciencia al respecto?
La Clínica Mayo explica sobre al ayuno intermitente que puede “durar horas o un día entero”. “La idea es que el ayuno intermitente hace que las células del cuerpo cambien su funcionamiento. Una alimentación programada puede hacer que las células se centren en la reparación, el uso de la energía y el equilibrio de las funciones de todo el organismo”, ahonda.
Indica que las investigaciones demuestran que el ayuno intermitente puede mejorar algunos signos de salud a corto plazo como la glucosa y el colesterol en sangre, ayudar al control del peso y la presión arterial. Sin embargo, indica que no es concluyente “si los distintos ciclos de ayuno tienen los mismos beneficios”.

“Algunas pruebas sugieren que un ciclo de ayuno de 16 horas y alimentación de 8 horas puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca en comparación con otros ciclos de alimentación con restricción en el tiempo. El ayuno intermitente también puede hacer que las personas se sientan muy cansadas y mareadas”, asegura sobre las contras de esta práctica.
Y concluye que no es recomendado para todo el mundo. “Comer únicamente durante un breve período suele significar saltarse el desayuno o la cena. Si esas comidas son partes importantes de tu vida social, entonces puede que el ayuno intermitente no funcione para ti”. Qué se dice sobre entrenar en ayunas.
Diferentes estudios resaltaron que uno de los principales beneficios de hacer ejercicio en ayunas es que aumenta la oxidación de grasas, ayudando a descender de peso. Esto se da porque el organismo utiliza las reservas energéticas para hacer esfuerzos en el gimnasio, recurriendo a la grasa.
En su artículo “Deporte en ayunas: ¿beneficios o efectos negativos?” de la página Web del Instituto Nacional de Ciencias Deportivas de España se destaca que el deporte en ayunas “generó interés entre aquellos/as que buscan maximizar la quema de grasa, mejorar la sensibilidad a la insulina y optimizar el rendimiento deportivo”.
“Sin embargo, este enfoque también plantea interrogantes sobre su seguridad y sus efectos en el cuerpo, especialmente en lo que respecta a la energía, el rendimiento y la salud en general”, se pregunta. Indica que hacer deporte en ayunas es “una práctica controvertida”.

“Es importante destacar que esta práctica no es ideal para todos y puede tener efectos negativos en ciertos casos”, insiste. En cuanto a los beneficios, detalla: “Se ha sugerido que puede mejorar la capacidad del cuerpo para utilizar los carbohidratos almacenados como energía durante el ejercicio posterior, lo que puede ser beneficioso para el rendimiento atlético en ciertos contextos”.
En coincidencia, el portal especializado Cuídate Plus, indica que “una de las consecuencias del ayuno es la autofagia, un proceso de auto reciclaje celular mediante el cual nuestro organismo elimina las proteínas y células dañadas previniendo enfermedades degenerativas y del sistema inmune”.
“Durante el ayuno, ante el descenso de glucógeno hepático y muscular, el hígado empieza a producir glucosa a través de la gluconeogénesis, creando cuerpos cetónicos priorizando así el consumo de grasa sobre la glucosa”, escriben.
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