Enfocado en otros problemas Milei mantiene por ahora la tregua con Chiqui Tapia

“Ni locos”. Con esas dos palabras respondió un ministro del gobierno de Javier Milei una pregunta sobre la posibilidad de que pueda encenderse el conflicto entre el líder libertario y el titular de la AFA, Claudio Tapia, después del escándalo que rodeó el título sorpresivo de campeón concedido a Rosario Central y el desaire de los jugadores de Estudiantes de La Plata que fueron conminados por la Asociación a realizar un “pasillo de honor” a sus colegas en el partido que jugaron en Arroyito el último domingo.

El Presidente hizo un posteo simbólico de apoyo a Estudiantes al publicar una camiseta del club platense con la inscripción: “Honor a la Escuela de Don Osvaldo”. Referencia a Zubeldía, el técnico leyenda que convirtió a Estudiantes en campeón del mundo. Un avanzado en la estrategia del fútbol. Nunca un fanático de las buenas artes. Sucede que el Presidente se manifiesta siempre como un resultadista. De allí su admiración también por Carlos Salvador Bilardo, uno de los grandes discípulos de Zubeldía.

Por otro andarivel la Dirección General Impositiva (DGI) denunció a una financiera (Sur Finanzas) que se dice vinculada a Tapia. La misma que, en apariencia, saldó una gran deuda que San Lorenzo mantenía con sus futbolistas.

La cautela libertaria en medio del pleito tendría varios fundamentos. Uno de ellos de agenda. Milei estará a mitad de la semana que viene en Estados Unidos para participar del sorteo del Mundial 2026 que realizará la FIFA. Lo esperará su titular, el italiano Gianni Infantino. Se verá de nuevo con Donald Trump. Y estarán presentes todos los titulares de las federaciones del fútbol, entre ellos “Chiqui” Tapia. Sonaría desaconsejable desatar una pelea pública en esas vísperas.

Milei parece estar transitando su vida con menos arrebatos políticos que antes. Un estilo que adoptó después de su debacle electoral en Buenos el 7 de septiembre y que sostiene, con poquísimas excepciones, desde que sorprendió con su triunfo en las legislativas de octubre. Sobre ese fenómeno se han dado un sinfín de explicaciones valederas. Entre ellas, aunque en un escalón posiblemente inferior, figura aquel giro a la moderación. Al menos en las formas.

Sus prioridades estacionan ahora en otros terrenos. Por empezar la sanción del Presupuesto para el mes que viene. Sobre esa agenda machaca el ministro del Interior con los gobernadores. Después de enero vendrán las reforma laboral y tributaria. Que previsiblemente, incluso por la época del año, moverían mucho más el avispero social y de la oposición.

Esas cuestiones más los vencimientos de la deuda, la necesidad de seguir con la inflación en baja, pero buscando reactivar una economía planchada serían las preocupaciones primarias de Milei para el primer semestre. ¿Tendría sentido entonces embarcarse en una pelea con la AFA que, cuando la insinuó, no le fue para nada bien? .

Sucede también que la articulación del oficialismo ha cambiado. Los libertarios ejercen un clarísimo predominio sobre el PRO, su aliado principal. Basta un ejemplo. Dos de las principales figuras oficialistas son desertores del partido que supo fundar Mauricio Macri. Se trata de Santilli y de Patricia Bullrich, la senadora electa que tendrían en su diagrama futuro dos posibles objetivos. La Jefatura de la Ciudad o la vicepresidencia como compañera de fórmula de Milei, si es que al líder libertario las cosas le salen bien.

Existe otro detalle. Según portavoces del Gobierno aquella primera ofensiva que Milei tuvo contra “Chiqui” Tapia habría sido por inspiración de Macri. Entusiasmado con la posibilidad del desembarco de las Sociedades Anónimas en el fútbol. Proyecto que no logró impulsar durante su mandato que coincidió con una tumultuosa transición en la AFA después del fallecimiento de Julio Grondona. Está muy clara ahora la distancia que separa al ingeniero del Presidente. A punto tal que se animó a formular críticas al acuerdo comercial y la incondicionalidad de la administración libertaria con Estados Unidos.

Aquella avanzada de Milei, dicen ahora que por influjo de Macri, incluyó también la participación del Presidente en las elecciones de Boca Juniors donde fue ratificado ampliamente como jefe del club Juan Román Riquelme, en desmedro del postulante macrista Andrés Ybarra. La pelea por la SAD no reconoció más que contratiempos para el oficialismo. Varios fallos judiciales en contra. La determinación del “Chiqui” Tapia de trasladar la sede original de la AFA en la calle Viamonte al predio en Ezeiza. Para que su domicilio legal quede bajo la órbita del gobierno de Buenos Aires a cargo de Axel Kicillof.

Después de ese traspié, resulta oportuno recordarlo, sobrevino en diciembre un encuentro que fue interpretado hasta hoy como la rúbrica de una tregua. No hizo falta ninguna presencia de Milei. En una reunión realizada por la CONMEBOL en Asunción apareció Karina, El Jefe, al lado de “Chiqui” Tapia y otras autoridades del futbol sudamericano. Fue en el marco del Congreso de la FIFA en el cual resultaron oficializadas las sedes para los Mundiales de 2030 y 2034. Conviene tener presente una extravagancia: el mundial siguiente al del año próximo se realizará en España, Marruecos y Portugal. Pero tres partidos inaugurales tendrán como sede a la Argentina, Uruguay y Paraguay. Será el centenario de la primera Copa del Mundo que tuvo sede en Montevideo.

En aquella oportunidad Karina y “Chiqui” intercambiaron saludos y consideraciones amables. Inesperadas por entonces. Hubo brindis y fotografías en alguna de las cuales se coló el actual Jefe de Gabinete, por entonces portavoz, Manuel Adorni. La dama estuvo parca, como siempre, aunque muy sonriente. Tapia tuvo palabras de ponderación que sorprendieron. Agradeció personalmente la presencia de Karina y “a todos los funcionarios de mi país” por haber acompañado desde el primer momento el sueño de los argentinos de poder ser sede inaugural del mundial 2030.

Desde aquella oportunidad la tregua entre libertarios y “Chiqui” Tapia ha mantenido vigencia. Aún con inestabilidades como la actual. Resistiendo además los desmanejos de la AFA con el fútbol y los arbitrajes. Incluso el último bochorno con Rosario Central y Estudiantes. Aquella vigencia tuvo, que se sepa, dos soportes en diferentes momentos. El de un ministro de Milei. El de un empresario que acostumbra a tener ida y vuelta entre la AFA y sectores del Gobierno.

fuente: CLARIN

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