Finalizada la primera etapa del Régimen de Regularización de Activos (blanqueo de capitales), que captó unos US$ 23.000 millones, los desarrolladores inmobiliarios renovaron sus expectativas en cuanto a la posibilidad de captar nuevos inversores. Sucede que una buena parte de esa masa de dinero- se estima- tendrá como destino la inversión en inmuebles. Por eso, los expertos del sector inmobiliario cuentan sus experiencias y coinciden en que la medida abrió una ventana de oportunidades en el mercado y una operación puntual es la que más consultas despierta.
Mali Vázquez, directora ejecutiva de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU), destaca que el impacto de la medida puede ser significativo, al atraer capitales que de otra forma no ingresarían al circuito formal. Aunque es prematuro estimar con precisión qué porcentaje de los fondos blanqueados se destinará al sector inmobiliario, Vázquez señaló: “Una porción relevante de estos capitales podría orientarse hacia inversiones en desarrollos inmobiliarios, considerando la estabilidad que ofrecen los inmuebles en un contexto económico incierto. Además, recordó que “quienes participan del blanqueo tienen más de un año para canalizar sus fondos hacia proyectos en construcción”.
En cuanto a las ventajas del Real Estate frente a otros instrumentos financieros, la representante de CEDU explicó: “En un contexto de inflación e incertidumbre, el ladrillo continúa siendo una opción confiable para preservar y aumentar el valor de los ahorros. Los proyectos que califican para recibir fondos blanqueados ya están atrayendo el interés de potenciales inversores”.
La página web de la CEDU dispone de un listado de estos proyectos, que facilita la búsqueda para quienes quieren alternativas seguras de inversión. “Estamos recibiendo un volumen significativo de consultas, y ya hay acuerdos en proceso que podrían concretarse en los próximos meses”, agregó.
Desde el lado de los desarrolladores, Alex Sakkal, co fundador de Grupo Nómada, cree que el blanqueo puede intensificar el mercado porque “nos permite avanzar con proyectos de largo plazo y mejorar la oferta de viviendas en el país”, dice.
“Estamos sorprendidos por el número de consultas que estamos recibiendo. Creemos que la inversión en obras en construcción es lo que verdaderamente dinamiza la economía”, explicó. Consultado sobre si esperaba el nivel de interés que el blanqueo de capitales generó hasta la fecha, Sakkal agregó: “Sabíamos que había dinero dispuesto a ingresar al circuito formal, pero la cantidad de consultas e interés que hemos recibido nos ha sorprendido, comentó.
Según Gerardo Azcuy, el blanqueo es un incentivo grande para hacer operaciones de compra venta. En especial en este caso, “cuando está inserto en un ambiente positivo de negocios”, dice. Su empresa, bajo la marca Donna lleva comercializados una docena de inmuebles a través de este mecanismo.
También para Hugo Koifman, CEO de Branson Real Estate, el programa fue muy positivo y generó un impacto muy favorable. “Este tipo de programas promueve una demanda constante, fundamental para sostener el crecimiento del sector. A esto se suman variables económicas favorables, como la estabilidad en la inflación y un mayor control en el valor de la moneda extranjera”. Según su visión, “esta combinación de incentivos brinda una nueva fuerza al mercado inmobiliario argentino y genera un círculo virtuoso que beneficia tanto a compradores como a desarrolladores”, dice.
En tanto, Federico Rosbaco, CEO de Rosbaco & Partners, aporta su experiencia: “tenemos muchos interesados por el blanqueo. Podemos afirmar que de cada 10 oportunidades vigentes, cuatro son por blanqueo. Si bien los tickets son variados tanto en unidades pequeñas como grandes, los últimos días se recibieron mayores consultas en tickets entre US$ 75.000 y US$ 100.000”, comentó.
Los proyectos en pozo son los grandes beneficiados del actual blanqueo, agrega Leonardo Rodríguez Nader, CEO de CMNV. “Además, este tipo de inversión suele ser una oportunidad, dado que permiten precios bajos y al momento de entrega, el inmueble se revaloriza”, dice. Y desliza que “la tendencia sugiere que los inversores están reconociendo la oportunidad de entrar al mercado en un momento en que los precios aún son competitivos, con miras a obtener una apreciación significativa en los próximos años”, resaltó.
La primera etapa del blanqueo finalizó el pasado 8 de noviembre, pero el Ministerio de Economía decidió dar un tiempo más (hasta el pasado 6 de diciembre) para finalizar la adhesión. Fue la tercera prórroga del régimen que lanzó el Gobierno de Javier Milei y que supuso -hasta ahora- el ingreso de US$ 23.321 millones al sistema financiero.
Desde el 9 de noviembre pasado empezó a correr la segunda etapa del régimen, que durará hasta el 7 de febrero de 2025, e impone una alícuota del 10% para quien blanquee su dinero. Luego, entre el 8 de febrero y el 7 de mayo del año que viene, la alícuota a pagar por los montos blanqueados será del 15%.
SN
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