
Emily Ceco, quien se hizo conocida por su participación en la temporada argentina de Love is Blind, decidió romper el silencio y denunciar públicamente a Santiago Martínez, su expareja y también exconcursante del reality, por violencia de género. En una entrevista con el programa de streaming Bondi Live, la joven relató con crudeza y detalle los episodios de abuso físico y psicológico que vivió durante su relación, culminando en una agresión que la llevó a tomar la decisión de denunciarlo legalmente.
Con lentes oscuros que ocultaban los moretones en su rostro, Emily comenzó su relato con voz temblorosa: “Vengo con los lentes porque tengo la cara así, en este estado. Ya la pasé muy mal, le pedía por favor que me deje de pegar”. Estas palabras marcaron el tono de una entrevista desgarradora en la que la joven expuso los horrores que vivió en manos de quien alguna vez fue su pareja.
Emily detalló que el episodio más reciente y violento ocurrió el viernes por la noche, luego de que ella regresara de ver la obra Sex. Según relató, Santiago comenzó a insultarla después de ver un video suyo en TikTok. “Me dijo ‘Te vi en TikTok’ y me empezó a insultar, me decía ‘Put… yo te vi en TikTok, estabas arriba del escenario con chongos, te estaban bailando y vos disfrutando ahí, sos una paje…’”, contó Emily. Estos comentarios, cargados de celos y agresividad, fueron el preludio de lo que vendría después.
La joven intentó calmar la situación, pero Santiago no cedió. Al ver que la tensión aumentaba, Emily decidió irse y llamó a su madre para pedirle que la esperara en casa. Sin embargo, Santiago le arrebató el teléfono de las manos. “Él me sacó el teléfono de la mano antes de que atienda a ella y con mirada amenazante me puso el celular cerca para controlar lo que yo decía”, relató. Cuando Emily logró decirle a su madre que posiblemente iría a su casa, Santiago cortó la llamada y le dijo: “Vos no te vas a ningún lado”.
Emily intentó razonar con él, pidiéndole que no empeorara la situación. “Le pedí por favor que no hiciera esto peor, que yo no quería estar ahí porque me estaba tratando muy mal”, dijo. Sin embargo, Santiago no solo ignoró sus súplicas, sino que también bloqueó la puerta de la habitación para impedir que ella saliera. “Le dije, por favor, correte de la puerta porque estaba trabando la puerta de la habitación. Y me dice, ‘vos te vas, pero te llevás todas tus cosas’”, recordó.





Decidida a irse, Emily comenzó a empacar sus pertenencias en un bolso. Fue en ese momento que Santiago la golpeó por primera vez. “Agarré un bolsito y empecé a guardar las cosas en un bolso. Y ahí fue donde me pegó una trompada en la cabeza, de espalda”, narró. A pesar de que Emily le rogó que no la golpeara, Santiago continuó con la agresión. “Me respondió ‘Sos una put…’ y me volvió a pegar. Y me pegó dos trompadas más”, contó.
La situación se tornó aún más violenta cuando Santiago la empujó contra la cama y comenzó a ahorcarla. “Él es muy grandote, mide un metro noventa y tiene mucha fuerza. Después me empezó a ahorcar con mis brazos. Tengo un machucón por cómo me agarró”, relató Emily, visiblemente afectada. Con lágrimas en los ojos, describió cómo intentó defenderse: “Yo le decía ‘Por favor, Santiago, dejame’. Estaba toda chiquita contra la cama. ‘Por favor, dejame’, le decía. Y me dijo, ‘me estás lastimando mucho’”.
En un acto de desesperación, Emily logró golpearlo con las rodillas para que la soltara. “Entonces le empecé a pegar con las rodillas para que se vaya. Y me dice, ‘ah, me estás pegando, hija de p…’. Hace dos horas no llorabas, llorá ahora, llorá ahora”, recordó. Finalmente, logró liberarse dándole una patada que le permitió escapar de la habitación.
Después de este episodio, Emily decidió no quedarse callada. Con el apoyo de su familia, realizó la denuncia ante la Justicia y decidió hacer público su calvario para visibilizar la violencia de género que muchas mujeres sufren en silencio. “Estoy lo mejor que puedo, por suerte estoy muy acompañada de mi familia, que me está acompañando un montón. Yo la pasé muy mal. Le pedí por favor a Santiago que me deje de pegar”, expresó con angustia.
El testimonio de Emily no solo busca justicia para ella, sino también generar conciencia sobre una problemática que afecta a miles de mujeres en todo el mundo. Su valentía al contar su historia en detalle es un llamado a romper el silencio y a buscar ayuda ante situaciones de violencia. “Quiero que sepan que no están solas. Hay que denunciar, hay que pedir ayuda”, concluyó Emily, con un mensaje esperanzador para quienes puedan estar viviendo situaciones similares.